En la actualidad, la paternidad ha cambiado muchísimo si la comparamos con cómo era hace unos 20 años atrás. De esta manera, la crianza es mucho más flexible, permisiva y liberal. Tanto así, que a estas alturas ya no podemos saber si hay demasiados padres condescendientes o demasiados niños mal agradecidos. ¿No lo crees?
Si nos ponemos a pensar, cuando nosotros éramos niños ni se nos cruzaba por la cabeza contestarle a nuestros padres con groserías. Tampoco, teníamos permitido montar escenas en público, como rabietas o pataletas. En el pasado, cualquiera de estas cosas era motivo suficiente para recibir una nalgada o, como mínimo, merecedor de un castigo ejemplar.
Si crees que estamos exagerando un poco, te mostraremos algunas fotografías que han compartido padres en sus redes sociales y que afirman lo que estamos diciendo. Sin lugar a dudas, estos problemas de “primer mundo” son los que tienen que afrontar la nueva generación de niños malcriados y berrinchudos.
Esta niña esta enojada con sus padres porque no la llevaron a la escuela. Quizás lo que no sabe es que era sábado.
Sus padres le compraron bigotes para San Patricio, pero esta niña no le gustó nada tener que usarlos. ¡Qué mal!
Él solo estaba intentando reparar su cuna, pero a su hija no le gustó nada la idea.
A este niño no lo podemos culpar, pues no a todos nos gustaba que nos dieran un baño cuando éramos pequeños. Su cara lo dice todo.
Quizás para un adulto perder un videojuego no es algo tan grave. Pero esto no fue lo que sucedió con este pequeño que se echó a llorar en el piso tras haber perdido una partida.
¿Acaso sus padres no se dieron cuenta que el cereal taparía su popote y que no podría succionar su leche?
Lamentablemente para esta niña, su familia está yendo a un parque de diversiones. Quizás ella solo quería quedarse en casa.
No a todos los niños tienen por qué gustarle las cosas dulces y esta niña es un claro ejemplo de ello. Se largó a llorar porque su madre le compró un brownie sin consultárselo primero.
La cara de enfado de este niño es porque no encuentra el suéter que lleva atado a la cintura. Al menos se preocupa por no perder sus cosas, ¿no?
Es bastante normal que los niños quieran explorar y descubrir todo lo que tienen a su alrededor. El problema con ello es que no siempre se encontrarán con cosas de su agrado. A este niño le compraron un helado y no le gustó el sabor.
Otro par de niños que solo querían quedarse en sus casas. Esas caras largas son porque no querían irse de vacaciones a la playa.
Se enfadó con su padre porque no le gustó el peinado que le hizo.
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