La comunidad LGTB+ ha ganado muchos derechos y uno de los más importantes para muchos en la actualidad, es poder adoptar y así formar una familia. Al igual que todos, tienen la capacidad de dar amor a los demás y ser padres ejemplares para sus niños.
Aunque la adopción sigue siendo un proceso complicado y muchas veces puede llegar a durar años, es algo que realmente vale la pena intentar. Pues la mayoría de las veces nos terminamos llevando gratas sorpresas.
KC y Lena Currie son dos mujeres que viven en la ciudad de Sadbury, Massachusetts (Estados Unidos). Ellas son una pareja que vive junta desde que se casaron en 2014. Desde hacía mucho tiempo, anhelaban formar una familia y para ello decidieron que la adopción era la mejor elección.
Tres años más tarde, KC y Lena Currie conocieron por fin al niño que se convertiría en su hijo: Joey. A través de la compañía sin fines de lucro Children`s Firend, vieron las fotografías del pequeño y los encargados le dijeron que él sería una buena opción para ellas.
En muy poco tiempo, Joey ya era parte de la familia y las Currie no podían estar más felices. El pequeño fue adoptado cuando solo tenía 18 meses de edad y desde el comienzo todo iba perfecto. Sin embargo, lo que nunca se imaginaron fue la sorpresa que el niño les traería.
Tiempo más tarde, la organización Children´s Friend se comunicó con KC y Lena para hacerles saber que el hermano menor de Joey, necesitaba una familia. Las Currie no dudaron ni un instante y aceptaron al pequeño Noah de 6 semanas en su hogar.
Por si esto fuera poco, meses más tarde recibieron otra llamada de la organización, preguntándoles si estaban dispuestas a abrirle las puertas a un niño más llamado Logan. Este niño era el hermano del medio, es decir, mayor que Noah, pero menor a Joey.
El pequeño Logan estaba viviendo en una familia de acogida que planeaba adoptarlo legalmente. Sin embargo, el proceso falló y tuvo que ser reubicado en otro hogar.
En una entrevista con el periódico Good Morning America, KC aseguró que para ella y su pareja lo más importante era mantener a los hermanos juntos. Pues solo de esta manera, podrían apoyarse mutuamente en la vida y estar presente el uno para el otro.
“Íbamos a terminar diciendo que sí porque mantener a los hermanos juntos era realmente importante para nosotras. Cuando sean mayores y tengan preguntas, se tendrán para apoyarse y experimentar este viaje juntos.”
Por suerte para estos hermanitos, KC y Lena le abrieron las puertas de su casa y de su corazón. Ahora, los tres no deben crecer por separado, alejado el uno del otro. Estas nobles mujeres comprendieron lo importante que es para el desarrollo que los niños pudieran convivir con sus hermanos biológicos.
Luego de largos meses viviendo juntos, el proceso de adopción de los tres hermanos concluyó exitosamente el 23 de noviembre, Dia Nacional de la Adopción en Estados Unidos. Ahora, el pequeño Joey tiene 6 años y vive feliz en su hogar junto a sus dos hermanos menores.
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