Cada maestro tiene sus propias técnicas para que sus alumnos absorban todos los conocimientos durante una clase. Sin embargo, todos coinciden en que la máxima prioridad siempre será el respeto y la cooperación, para que los estudiantes puedan estar concentrados y tener un mayor rendimiento académico, ya que eso también afecta al desarrollo de los exámenes.
Los exámenes conllevan mucho esfuerzo par estudiar, lo que puede terminar ocasionando estrés en los alumnos. Pues no todas las asignaturas son fáciles de comprender y requieren de mucho tiempo para poder dominarlas. De esta manera, es bastante normal que se sientan inseguros o ansiosos por no poder tener un buen rendimiento.
Como consecuencia, intentan de las maneras más creativas posibles engañar a sus maestros y hacer trampa. Es que hay veces en la que los alumnos buscan la manera de poder pasarse las respuestas entre ellos y copiarse los unos a los otros para así obtener las mejores notas.
Una maestra oriunda de Filipinas era consciente de ello, por lo que quiso hacer algo al respecto, para evitar que sus alumnos hicieran trampa durante los exámenes. Para ello, Mary Joy Mandane Ortiz, quien trabaja como profesora de ingeniería mecánica en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Bicol, tuvo una fantástica idea.
En lugar de castigar con mano dura a aquellos que sorprendiera haciendo trampa, optó por hacer una competencia de sombreros “anti-copia”. Según la información compartida por el medio de comunicación India Times, la docente compartió la experiencia en su cuenta de Facebook en donde se volvió viral.

En la publicación, se puede ver varias imágenes de sus alumnos utilizando sombreros extraños, creativos y hasta extravagantes creados a propósito para que no pudieran copiar a los demás. Según contó Mary Joy, quería lograr tener una “manera divertida para garantizar la integridad y la honestidad en la clase”.
Luego de ponerlo en práctica, los estudiantes se motivaron con la idea y la docente aseguró que había sido una técnica realmente efectiva. Lo mejor de todo, es que sus alumnos se tomaron el desafío de manera positiva y utilizaron materiales reciclables para hacer sus propios sombreros “anti-copia”.
Incluso, algunos se lo tomaron con humor y emplearon gorros viejos, bolsas de papel con mensajes divertidos, con rostros y hasta mantas en sus cabezas. Mientras sus alumnos se divirtieron durante sus exámenes, la docente encontró la manera perfecta para lograr un ambiente ordenado, respetuoso y honesto.
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