La unión de dos personas que se aman siempre es motivo de celebración y felicidad. Siempre queremos festejarlo con nuestros amigos y familiares, pues es algo que nos llena el corazón de alegría. Sin embargo, esto no fue lo que le sucedió a Chaya y Jodyann, quienes tuvieron que hacerlo a solas.
Jodyann Morgan conoció al amor de su vida en febrero de 2016 mientras trabajaba como guardia de seguridad cuando el circo estaba en Brooklyn. Cuando vio por primera vez a Chaya Milchtein quedó fascinada y su atuendo le llamó mucho la atención.
“No quiero usar la palabra inapropiado, pero, no estaba de moda para el circo”, dijo Jodyann entre rosas. Su futura esposa llevaba puesto un vestido rojo corto y unas botas negras largas hasta los muslos. Según ella, su look era más adecuado para un club nocturno.
Jodyann había crecido en un hogar de acogida antes de llegar a la adolescencia. Al igual que otros niños en su misma situación, no pudo disfrutar de las típicas experiencias estadounidenses durante su infancia. Fue por ello que cuando se convirtió en una persona adulta comenzó a recuperar su tiempo perdido.
Chaya se enamoró desde el primer día que conoció a Jodyann por lo que poco a poco comenzó a seguir sus pasos en las redes sociales. Un día, por fin se animó a hablarle y tuvieron su primera cita en la fiesta de un amigo. “Todos me preguntaban cuanto tiempo habíamos estado juntas y nos reímos porque era nuestra primera cita.”
Rápidamente su relación se volvió formal y comenzaron a compartir todas las festividades juntas. En una oportunidad celebraron una fiesta híbrida entre Navidad y Hanukkah haciendo una invitación abierta en las redes sociales para toda la comunidad LGBTQ+.
El día de su boda, fue la más grande de todas y hubo miles de invitados, pero ninguno estaba presente. A través de la web hubo más de 10.400 personas viendo en vivo conectadas para compartir con las novias el tierno momento.
A pesar de que la pareja había planificado todo con mucha anticipación, sus familiares y amigos no pudieron asistir a la boda producto de la pandemia. Además, ninguno de ellos aprobaba su relación. Sin embargo, esto no fue ningún impedimento para que Jodyan y Chaya se unieran en matrimonio.
“Mis padres son jamaiquinos tradicionales. Son muy religiosos. Simplemente no lo están aceptando”.
Para ellas, que ninguna de sus familias apruebe a quienes han elegido para pasar el resto de su vida no es un impedimento para que estén juntas. Chaya y Jodyan se apoyan mutuamente en todo momento, demostrándoles a todos que ellas quieren permanecer unidas por el resto de sus vidas.
En la actualidad comparten el amor y la hospitalidad con todo el mundo, incluso con personas que no conocen. Sin embargo, no pueden hacer lo mismo con sus padres, ya que ninguno aprueba su unión.
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