Son muchas las mamás que piden un poco de ternura en un acto que puede parecer frío.
En variadas ocasiones hemos dicho que el parto natural es uno de los métodos más seguros para poder recibir a nuestro bebé. Sin embargo, hay mamitas que aún deseando un parto normal, no pueden recurrir a él por motivos de salud, debiendo ser asistidas quirúrgicamente.
Son, precisamente, estas mamás las que intentan levantar su voz para ser escuchadas. La razón es simple: al ser la cesárea una cirugía, se realiza en el contexto de cualquiera otra, casi olvidando que se trata de uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer.
Durante la intervención, la madre se convierte en sujeto pasivo que espera a que la operación haya pasado. Sin embargo, lejos de ser una experiencia maravillosa como ocurre en un parto normal, la vivencia por esta vía no es la mejor ¿El motivo? En la mayor parte de los casos la mamá apenas puede ver unos segundos a su bebé, y muchas veces tras la cirugía, permanece separada de él por varias horas.
Todo esto repercute sobre puntos de suma importancia luego del nacimiento: el apego, la lactancia, la adaptación del recién nacido a la vida extrauterina. Todo aquello que debería ser natural, se ve dificultado.
Es justamente esto lo que se entiende por cesárea respetada: un parto que por muy intervención quirúrgica que sea, tenga una perspectiva más humana, un trato más cálido, entendiendo que se trata de una vivencia tan única y especial como lo es la llegada de un hijo.
Si bien es cierto, cada vez son más las clínicas y hospitales que respetan esto, aún hay mamitas que reclaman para que sus bebés no sean separados de ella, poder vivir ese contacto piel con piel que viven las mamás en un parto normal, que sus hijos les sean puestos al pecho de inmediato.
Si ella no puede, porque no se encuentra del todo bien, si tiene a su acompañante junto a ella será él quien realice el contacto con su hijo para mantener despiertos todos los sentidos del bebé.
Se pueden hacer muchas cosas para asemejar lo máximo posible la cesárea al parto vaginal. Por ejemplo, hay lugares donde en las cesáreas los papitos no pueden estar presentes como ocurre en un parto normal. En este caso la mamá también necesita su apoyo y compañía, sin dejar de mencionar el derecho de que ambos padres vean nacer a su hijo.
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