El llanto continuo del bebé supone una gran carga emocional y psicológica para los papás.
A todos los papás les pasa que sentir el llanto desconsolado de sus hijos les parte el alma. Peor aún si no sabemos la razón que lo provoca.
Eso es justamente lo que nos producen los cólicos de nuestro bebé, ya que tranquilizarlos cuando padecen dolor abdominal, y lo expresa con un llanto desesperado, es un reto para la paciencia de cualquier padre.
Evitarlos es difícil, debido a que no presentan una causa específica. Sabemos que se debe a la acumulación de gases en la guatita de nuestro bebé, pero los orígenes pueden ser muchos: desde nuestra alimentación, la propia inmadurez del sistema digestivo de nuestra guagüita, alguna reacción alérgica, una mala posición al amamantar que provoca un ingreso mayor de aire, etcétera.
Claramente, el llanto de nuestro pequeño nos produce impotencia al no poder consolarlos, más aún que estos molestos acompañantes vienen durante los primeros meses de vida de nuestro bebé, cuando aún no pueden expresarnos qué sienten, y cuando nosotras mismas estamos recién empezando en esta tarea hermosa.
Lo cierto, mamá, es que aunque sea la aflicción más dolorosa para nuestro pequeño, y quisiéramos evitarlo a toda costa, no debes perder la calma, porque también es la más común, no es dañina, y todos los bebés pasan por eso al menos hasta los 4 meses.
[…] el 40% de los bebés tienen cólico del lactante alrededor de la tercera y sexta semana de vida, esto puede seguir ocurriendo hasta el tercer mes de […]