El educar a un hijo es algo muy difícil, pero lo cierto es que es mucho más complicado educar a un hijo que no lleva tu sangre y que has ingresado en su vida hace poco tiempo.
Lo es mucho más cuando el pequeño lo sabe todo y porque además es normal que te sientas en ocasiones mal, que no eres capaz y que no eres suficiente para ser el padre, aunque sea de corazón.
Hay que tener en cuenta que desde hace mucho en películas, historias y cuentos se ha creado una figura mala de los padrastros y madrastras, algo que no es del todo cierto.
En este caso quiero hablar más específicamente de los padrastros, quienes son personas sensibles, comprometidos y además muy amorosos con sus pequeños, por mas que no este ese lazo de sangre. El estar dispuesto a asumir una paternidad no hace que sepan que tienen que hacer y en eso te quiero ayudar.
Los padrastros si que la tienen difícil
Esto es algo que puede decir con seguridad, mi pareja no es el padre biológico de mi niña, pero eso no lo hace menos. Al contrario, es el mejor padre que podría haber elegido para mi hija, está ahí con ella siempre, juega con ella, la cuida cuando está enferma y cuando no, es uno de los mejores regalos de la vida que he tenido.
Se porque lo veo en él y porque me lo cuenta que no es fácil, por que a pesar de estar dispuesto primero se tuvo que ganar la aceptación de mi hija.
Lo hizo, aunque mi pequeña todavía no entiende bien las cosas ya que sigue siendo pequeña. Esta es una de las primeras cosas que tiene que hacer, ganarse al pequeño ya que, si es muy grande, este lo verá como un intruso que quiere reemplazar a alguien.
Se que no es así, pero los niños no lo comprenden hasta que son mucho más grandes, cuando prácticamente superan la adolescencia en la mayoría de los casos. Ten en cuenta esto, el pequeño puede llegar a pensar que ese hombre solo acapara la atención de mamá.
Los padrastros, son padres y punto
Tienes que ser consciente de que una vez que entres, de que comiences a formar parte de la vida de ese pequeño las cosas serán difíciles al principio porque para el pequeño también será así de difícil.
Lo que puedes hacer es hablar y dejarle en claro que no quieres ocupar el lugar de su padre, que no estás ahí para competir con él por su madre.
Dependiendo de la edad que tenga el pequeño podrás hablarlo, pero si no lo que puedes hacer es demostrarlo con acciones. Muy importante, cada niño vive y entiende a su tiempo, respétalo y evita acelerarlo, que tenga tiempo y espacio para adaptarse, en el caso de que se te complique puedes buscar ayuda de un profesional para que los ayude a establecer nuevas reglas.
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