Lo cierto es que el vinculo entre un padre y un hijo/a es inigualable, es algo que no todo el mundo puede tener dejando de lado los diferentes motivos.
Como consejo de alguien que no ha tenido la suerte de criarse con un padre, te quiero recomendar que no te alejes de tu hija o hijo, que tengas una relación y la fortalezcas.
Pues ten en cuenta que ser padre es una de las cosas más maravillosas que le puede pasar a un hombre, no solo porque tienes a una personita a quien cuidar si no porque además ese niño/a te ayudará a crecer, te hará descubrirte a ti mismo, cosas que no sabias que te gustaban o que no te gustaban.
Al convertirte en padre comienza una nueva relación, una amistad que será para toda la vida, porque los hijos son para toda la vida.
Ahora todo es diferente
Hace muchos años atrás las cosas eran bastante diferente, mamá era la que se quedaba prácticamente todo el tiempo con los niños mientras el padre era quien salía a trabajar.
Actualmente las cosas han cambiado, pues los nuevos padres por suerte quieren estar más involucrados en la crianza de los pequeños e incluso en las tareas domésticas.
Bueno no todos son así, obviamente siempre está la excepción a la regla y en todo el mundo va a haber hombres que tienen hijos y que no se hacen cargo, que prefieren desaparecer o los que están en la misma casa haciendo de cuenta que se hacen cargo cuando en realidad es mejor si no estuvieran.
Si eres uno de esos padres que quiere tener una buena relación con su hijo/a, que quiere que la relación sea fuerte e inquebrantable entonces déjame decirte una cosa.
El vinculo natural se da forma natural, pero aun así puedes enriquecer la relación con tus pequeños haciendo pequeñas acciones diarias las cuales van a fortalecer los lazos de confianza.
Cosas que puedes hacer
Compartir pequeños placeres: Tocar instrumentos o incluso armar rompecabezas son actividades que puedes hacer con tu hijo, si te gusta entonces comparte eso con tus hijos porque los ayudará a conocerse mejor y además pasarán un tiempo de calidad. Lo bueno es que también haciendo estas actividades le transmites valores y responsabilidades.
Humildad: Puede ser que un día tengas un mal día y le gritaste a tu hijo. En ese caso lo que tienes que hacer es aprender a disculparte por más que sea pequeño, tienes que enseñarle que cuando te equivocas es bueno pedir perdón. Al hacer esto le muestras cómo ser humilde, que es bueno reconocer los errores y disculparte.
Complicidad: Los pequeños sienten que tienen una buena relación con el padre, si comparten cierto tiempo y actividades solo los dos. Debes darte un tiempo para poder planear un proyecto junto, uno que a tu hijo le encantará.
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