Kana es una niña que con tan solo 3 años salvo a su hermana menor de ahogarse en la piscina. Las pequeñas Kanuengnit se encontraban en el patio trasero de su casa en Chiang Mai, Tailandia, cuando Kaning perdió el equilibro y terminó en el agua.
La madre de las niñas se encontraba cocinado, mientras que su padre, estaba barriendo las hojas de los alrededores del patio, aunque no vio el accidente. La pequeña se cayó en la piscina de lado, con un metro y medio de profundidad.
Las cámaras de seguridad de la casa, captaron el terrible momento en el que Kaning corría alrededor de la piscina cuando casi termina ahogada. Fue gracias a su hermana Kana que comenzó a gritar y pedir ayuda que la niña se salvó de milagro.
Al principio, Kana quedó en Shock al ver caer a su hermana. Por suerte, enseguida notó que su hermanita de 2 años no lograba salir a la superficie, por lo que comenzó a gritar y a pedir auxilio a su padre Apisit.
En un inicio, Apisit no comprendía lo que estaba sucediendo y a pesar de los gritos de Kana, seguía barriendo las hojas como si nada. Entonces, la niña fue corriendo hasta donde estaba su padre, desesperada por salvar la vida de su hermana.
“Yo estaba barriendo cerca de la piscina y mi mujer estaba cocinando en la cocina detrás de la casa. Mi hija menor llevaba un aro de natación inflable alrededor de la piscina, mientras que mi hija mayor solo jugaba cerca de la piscina. No teníamos prevista ninguna actividad en la piscina, así que no me di cuenta… No oí nada.”
Cuando el padre de las niñas se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, dejo caer la escoba al piso y se lanzó a la piscina sin dudarlo. En el intento de rescatar a su hija, olvidó que llevaba su celular y demás objetos de valor en sus bolsillos. No pudo pensar en otra cosa más que en la seguridad de su hija en ese momento.
Luego de haber rescatado a la pequeña Kaning, la niña recuperó el aliento y comenzó a llorar. Fue gracias a la rápida acción de su hermana y de su padre que salió ilesa del terrible accidente.
Finalmente, Apisit reflexionó al respecto y afirmó que fue un error suyo el haber sido tan descuidado y agradeció el rápido accionar de su hija mayor. “En parte es un error mío por ser descuidado, pero por suerte tengo una pequeña heroína: mi hija mayor… no saben nadar, pero están en el agua a menudo, así que saben un poco (…) No se puede apartar la vista, ni siquiera por una fracción de segundo, cuando hay niños y agua.
Quiero recalcar esto a los padres con niños pequeños y una piscina para que pongan una barrera alrededor de la piscina. Si no, que tengan siempre cuidado”.
Esperemos que su historia sirva de ejemplo para los demás padres y que no olviden estar atentos a sus niños.
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