Seguramente habrás escuchado en alguna oportunidad la frase “lo que es basura de algunos puede llegar a ser un tesoro para otro”. Esto mismo fue lo que sucedió con un joven que pudo terminar la etapa escolar gracias a unos libros que su madre había encontrado en la basura.
“Amor de hermanos”. Joven dejó sus estudios para que su hermana pudiera estudiar
Nadie puede asegurar que el proceso educativo y el desafío de aprobar todas las etapas académicas con éxito es algo sencillo. A lo largo y a lo ancho del mundo existen tantas situaciones y contextos, tanto económicos como sociales, que facilitan o dificultan esta etapa.
Thompson Vitor, un joven de 15 años proveniente de una familia de escasos recursos logró completar sus estudios. Su mayor sueño era poder sacar adelante su educación y su carrera, sin importar cuán difícil pueda llegar a ser.
El joven sabía a la perfección que, debido a la situación económica de su madre, estudiar no iba a ser sencillo. En el medio del camino tuvo que atravesar varios obstáculos que nunca pensó que podría llegar a superar. Para Thompson, era una batalla casi perdida.
En una entrevista para el medio local Dicas Online, el joven descubrió sus talentos luego de que aprobara el examen de curso de Multimedia. El mismo, lo había realizado en el Instituto Federal de Rio Grande Do Norte, Brasil, donde había cursado durante varios años.
Sin embargo, debido a la precaria situación económica de su madre, quien se dedicaba a la recolección de basura, estuvo a punto de abandonar la carrera. No porque no tuviera la suficiente inteligencia o perseverancia para lograrlo, sino porque no tenían como pagar la matrícula.
A pesar de tener todo en contra, Thompson no quiso darse por vencido y comenzó a levantarse todos los días a las 5 de la madrugada. Así podía viajar los 6 kilómetros en su bicicleta hasta su universidad y ahorrar en el transporte público.
Poco a poco, su realidad comenzó a cambiar luego de que su madre, Doña Rosangela, comenzara a recolectar libros que veía botados en la basura. Thompson comenzó a leer y a estudiar todos estos libros que la mujer llevaba a casa. La mayoría de ellos estaba en buen estado y eran desechados por otros alumnos.
Poco a poco, el joven comenzó a descubrir su pasión por la lectura y por el conocimiento. Tras varios meses preparándose por su propia cuenta y ayuda de algunos profesores, Thompson finalmente logró graduarse y salir del instituto.
Para sus padres, quienes nunca habían terminado la secundaria, este era un gran logro y estaban sumamente orgullosos por su hijo, quien nunca perdió las ganas de seguir aprendiendo. Por su parte, el joven estaba muy emocionado por todo el apoyo que recibió de su madre, quien, a pesar de no tener dinero, se las ingenió para que su pequeño lograra su sueño.
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