Cuando se llega a la segunda fase de la lactancia, llega la leche de transición, la cual es una mezcla entre el calostro y la leche madura. Por lo tanto, la cantidad es mucho más que la de siempre, el aumento de volumen de leche es lo que provoca la famosa congestión mamaria.
La congestión mamaria provoca que los senos se vuelvan duros, que estén hinchados y dolorosos, esto porque hay demasiada leche. Hay que tener en cuenta que los senos congestionados pueden llegar a ser muy grandes, lo que provocaría que estén muy apretados. Esto lo que ocasiona es que se eleve la axila y las venas que se encuentran en la superficie de los senos sean más visibles y en ocasiones sobresalgan.
La congestión mamaria es algo normal
Durante la primera o segunda semana del nacimiento del bebé, es normal que se tenga un grado de congestión mamaria, pues el aumento del flujo de sangre a los senos y el aumento de producción de leche materna puede dar lugar a que los senos se vuelvan más pesados.
Lo bueno es que, si se amamanta al bebé, esta congestión comenzará a mejorar a los pocos días y es que la producción de leche se ajusta a las necesidades del bebé, para satisfacerlo correctamente. Ahora, si decidiste no dar el pecho, pues puedes pasar por esta etapa igual ya que el cuerpo no sabe que no amamantas a tu niño, así que producirá leche de todas formas.
“Fiebre de la leche”
La congestión mamaria que ocurre durante la primera semana de la lactancia materna puede asociarse con fiebre y además una sensación de cansancio y malestar, esto no es siempre así, pero cuando ocurre es normal. Cuando una mujer tiene la temperatura corporal elevada, pero no hay señales de infección, puede deberse al aumento de leche en los senos.
Hay que estar atentas porque si el motivo de la fiebre no es la subida de la leche, entonces puede deberse a mastitis y esto es algo que se debe tratar. En estos casos lo mejor es consultar al médico para que nos indique el motivo de la elevada temperatura corporal.
Tratamiento para la congestión mamaria
Es muy importante tratar la congestión mamaria para evitar el dolor y además complicaciones, para ello te recomiendo lo siguiente.
- Alimentar al pequeño con frecuencia
- Dejar que el bebé amamante todo lo que quiera, límite 20 minutos. ´
- Extraer un poco de leche antes de cada toma para así aliviar la tensión y suavizar el pecho.
- Después de cada toma colocar una compresa fría sobre los senos, para calmar la inflamación.
- Varias las posiciones y así drenar todas las áreas de los senos.
- Antes de las tomas darse una ducha caliente o colocar compresas calientes sobre los senos, para facilitar el reflejo de bajada.
- Dormir y descansar lo suficiente.
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