Además de que permite que los niños tengan poca imaginación, hace que sean más caprichosos y además egoístas. Hay que tener en cuenta que en realidad los regalos son algo especial, es lindo, es algo bueno, pero como todo en exceso es malo.
Marisa Navarro quien es doctora y autora, cree que las fechas especiales como los cumpleaños, navidades, reyes, etc. Son momentos ideales para educar y formar a los menores.
Pero también es una buena oportunidad para saber lo que les gustaría cambiar, cuáles son sus deseos, para poder fomentar los vínculos afectivos de padres e hijos.
Cuando hablo de regalos en exceso no es solo en los días especiales, si no que además lo es en cada momento del año. Según Navarro, lo ideal es en recibir como máximo entre 4 o 5 regalos, esto si es posible obviamente.
Los regalos no deben ser para mostrar afecto
Muchas veces los padres regalan cosas y es como si fuera una muestra de afecto, una forma de consolar el hecho de que no pasan mucho tiempo con ellos.
Luego por otro lado están los niños que reciben demasiados regalos porque tienen los padres separados y como se sienten culpables regalan demás.
Tiene que quedar bien claro que ese exceso de regalos no les hace ningún favor a los más pequeños ya que solo les transmiten valores negativos, como el dar poco o prácticamente nada de valor a las cosas, pensar que se puede conseguir todo fácil y que no tienen que esforzarse para obtener lo que desean.
Básicamente con esa idea se están criando a niños con falta de imaginación, frustrados, caprichosos y consumistas que lo único que piensan que es importante todo lo material. Hay que tener en cuenta que estas características las mantendrá cuando sea adulto y serán reflejadas en cada faceta de su vida.
El mejor regalo es compartir tiempo
Lo que opina Navarro y es algo con lo que estoy muy de acuerdo es que los padres tenemos muchas responsabilidades. Pero hay que tratar de buscar, aunque sea un poco de tiempo para pasar con los niños, no hay que sentirse culpables porque se trabaja mucho, porque es todo para ellos.
Sin embargo, el mejor regalo que se le puede hacer es compartir tiempo, pasar algunas horas jugando con ellos. En realidad, eso es lo que más les importa a los pequeños, el estar junto a sus padres y compartir tiempo de calidad.
No sirve de nada compartir el espacio físico y que cada uno esté en solitario haciendo su actividad favorita. Es como ignorarse mutuamente.
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