Lo cierto es que es muy difícil, prácticamente se podría comparar el disciplinar con un campo de batalla. Nosotros de un lado y los pequeños por otro, haciéndonos frente, pensando que pueden hacer todo lo que quieren y nosotros ahí poniéndole límites y mostrándoles que pueden llegar a donde quieren, pero paso a paso.
Mira, los niños llegan a una etapa en la que seguir ordenes la verdad no se le da muy bien, es algo que no está en sus planes.
Pues ellos solo piensan en lo que quieren y si nuestras reglas no los deja ser entonces no es la opción que querrán. Esto es lo que provoca que los padres terminemos enojados y por lo tanto gritamos.
Lo mejor que podemos hacer es evitarlo, para ello te he traído estos consejos, estas tres pautas que comentan Dean y Holly quienes son padres de 5 hijos y mediante diferentes páginas y videos ellos dan muchos consejos sobre la educación los cuales les han funcionado y mucho.
Ahora, espero que estos tres consejos te funcionen para poder lograr que tu pequeño/a sea mucho más obediente.
Crea una herramienta de disciplina
Cuando digo que tienes que crear una herramienta de disciplina a lo que me refiero es que tienes que buscar un castigo que lo haga perder ciertos beneficios, pero no que le haga un daño a su personalidad, a su desarrollo.
Por ejemplo, de acuerdo a como sea el pequeño puedes elegir algo como que deje de jugar con sus hermanos por unos minutos, que no coma su postre favorito, no ir al cine el fin de semana, reducir el tiempo de televisión, etc.
Prepara a tu pequeño
Antes de que se dé el enfrentamiento tienes que hablar con él, tiene que saber que es una mala decisión el no hacerte caso y que eso tiene consecuencias. Las consecuencias, lo que pasara si no hace caso tienes que decírselo, para que sea consciente.
Lleva la consecuencia hasta el final
Primero que nada, las consecuencias no tienen por qué ser gritos o violencia. Debes ser el ejemplo, tienes que hablar con tranquilidad y amor, decirle por ejemplo que no puede seguir viendo la televisión si no hace lo que le pediste, que no irá al cine con su amigo o que esa noche no comerá su postre favorito.
Siempre que lo hagas tienes que decirle: “Porque te quiero, tengo que hacerlo”. Esta es una forma de disciplinarlo, pero haciéndole comprender que es desde el amor, que lo haces porque lo amas.
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