Los síntomas de un resfriado son más leves que los de la gripe, apareciendo de forma gradual.
Sabrás diferenciar si tu pequeño padece una gripe estacional, o si está pasando sólo por un resfriado común, con sólo observar los síntomas que en él se presentan.
En un resfriado común, como el que todos hemos tenido alguna vez, tu pequeño manifestará dolor de garganta y tos. Se congestionará, debiendo sonarse con mayor frecuencia, además de tener estornudos, o incluso ojos llorosos. En ocasiones, aunque no siempre, sentirá fiebre, o el cuerpo adolorido.
Ante una gripe estacional, en cambio, no sólo tendrá dolores de cabeza y musculares, sino que aparecerá una sensación de cansancio. Ya no sólo se congestionará en forma de goteo, sino que su nariz se taponeará, sintiendo dificultades para respirar, y su tos será seca. Además, en este caso, la fiebre suele ser alta, superior a 38 ºC.
Sin embargo, pese a que las molestias son mayores, no hay nada que el paracetamol no sea capaz de combatir. De todas formas, recuerda que todo medicamento debe ser bajo la supervisión de un médico, ya que éste indicará la dosis adecuada para tu niño, según su peso y edad.
Verás que al cabo de 7 ó 10 días tu pequeño estará como nuevo. En todo caso, para ayudar a su recuperación, es importante que guarde reposo, al menos, durante las primeras 48 horas. Ventila bien la habitación donde esté descansando, de esta manera facilitarás su respiración, a la vez que permitirás que los virus no se encierren.
Si el dolor de garganta es mucho, ayúdalo con alimentos blandos que no le cueste tragar, y dale mucho líquido.
Si sientes confusión respecto a los síntomas, observa los siguientes puntos. Si se presentan, es tiempo de acudir al pediatra:
- Si mantiene una tos fuerte durante más de 5 días.
- Si los síntomas duran más de 10 días.
- Si es un bebé menor de 2 meses
- Si el niño tiene menos de 2 años y no come, o tiene mucha fiebre
- Si el niño presenta respiración acelerada y está decaído.
Comment here