Uno nunca sabe con qué nos deparará el destino, pues la vida tiene muchas vueltas y siempre termina sorprendiéndonos, a veces para bien y otras no tanto. Es por ello que lo mejor es ser precavido, hacer las cosas con cautela y siempre tener preparado un plan B para poder sobrellevar cualquier situación que se nos presente.
Eso mismo lo sabe Peter Hickles, un hombre oriundo de Essex, Inglaterra, quien llevaba una vida tranquila a sus 21 años. Un día como cualquier otro, mientras jugaba al fútbol comenzó a sentir un fuerte dolor en su espalda, por lo que acudió a un hospital para encontrar la causa.
Luego de varios estudios, le diagnosticaron artritis reumatoide, lo cual coincidía con todos sus síntomas.
Tras un año, se realizó nuevos estudios para comprobar como seguía su enfermedad, pero los médicos descubrieron que tenía un tumor. Se trataba de un linfoma de Hodgkin, por lo que comenzó un fuerte tratamiento con medicamentos y quimioterapias para detener la enfermedad.
Antes de comenzar, los médicos le recomendaron que congelara su esperma, ya que lo más probable era que quedara infértil por el tratamiento que iba a recibir. En aquel entonces, con 22 años, no tenía planeado ser padre, pero lo hizo de todas maneras sin mucho interés. Sin embargo, 26 años más tarde descubrió que fue la mejor idea que pudo haber tenido.
A sus 47 años, junto a su prometida Aurelija Aperaviciute, decidieron ser padres, aunque él había quedado infértil. Solo gracias al esperma que había congelado 26 años atrás, logró cumplir ese deseo que tanto anhelaban.
“Sigo mirándolo sacudiendo la cabeza con incredulidad. Realmente es un pequeño milagro”, dijo en una entrevista para el medio de comunicación The Sun.
Es que a Peter le habían dicho que la muestra probablemente solo sería viable durante diez años, y aun así, pudo darle la bienvenida a su hijo. Luego, contó su historia haciendo una analogía con el fútbol, su deporte favorito.

“El hecho de que básicamente estaba listo para jugar justo antes de la Euro 96 y nació antes de la Copa del Mundo es increíble. El fútbol definitivamente está en su sangre. Tal vez verá a los Spurs ganar la liga algún día, ¿quién sabe? Es increíble pensar que he estado congelado todo este tiempo.”
Peter recordó la desagradable sensación que tuvo cuando decidió congelar su esperma, debido a la diversidad de imágenes subidas de tono que había en el cubículo. Además, se sintió muy incómodo luego cuando tuvo que entregar el pequeño recipiente en recepción, lo cual generalmente lo hace una mujer joven.
Sin embargo, Ahora, con su pequeño en brazos, está más feliz que nunca con la situación. Ser padre valió la pena haber tenido que pasar por una situación incómoda a sus 21 años.
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