Aunque muchas mujeres prefieren convertirse en madres siendo muy jóvenes, dado que tienen más energía para la crianza, lo cierto es que requiere de mucha paciencia. Además, es necesario contar con la madurez necesaria para afrontar toda la responsabilidad que esto conlleva.
Sí, es cierto que la recuperación post-parto de una mamá joven es mucho más rápida y sencilla que el de una mamá mayor. No obstante, se ha comprobado que la mejor edad para tener un hijo es después de los 30 años, ¿lo sabías?
Recientemente, se ha realizado un estudio en el que afirma que los niños nacidos de madres mayores a 30 años son más sanos e inteligentes. También tienen un mayor desarrollo en el área cognitiva y conductal, si se lo compara con un niño de una madre joven.
Ni a los 20 ni a los 25… a pesar de que muchos aseguraban que tener un bebé durante la segunda década era la mejor opción, lo cierto es que no lo es tanto. Pues resulta que la mejor edad para que una mujer se convierta en madre no es esta edad.
Afortunadamente para las mamás más añosas, para la ciencia, la mejor edad para tener un niño es a partir de los 30 años. A continuación, te explicamos cuales son los argumentos que expone la doctora en demografía Alice Goisis:
- El cuerpo de la mujer es más maduro: su punto más optimo es partir de los 30 años, lo
que ayuda a que el feto se desarrolle mucho mejor. - El bebé nace más sano: la mujer es más consciente de todo lo que implica ser madre,
por lo que se cuida mucho más durante el embarazo, repercutiendo directamente
sobre la salud del niño. - Son más educados y tienen un estilo de vida saludable: las mujeres de 30 años o mas
tienen un trabajo estable y son mas maduras, por lo que dedican más tiempo a la
educación de sus niños y a cuidar de su salid y alimentación.
Ahora bien, ya pasados los 35 o 40 años la cosa cambia bastante y no se considera óptimo. En
este caso, los niños son más propensos a sufrir obesidad en cualquier etapa de sus vidas. Esto
se debe principalmente a que las mujeres con más de cuatro décadas realizan menos
actividades físicas y llevan una vida menos activa, juegan menos con sus hijo, llevándolos a una
vida más sedentaria.
También es importante tener en cuenta que las posibilidades de concebir se reducen un poco,
aunque no es imposible. A partir de los 35 años, la fertilidad de la mujer disminuye de forma
drástica, por lo que genera más complicaciones entrar en cinta.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la recuperación post-parto es más lenta, dado que se
pierde la capacidad optima de la piel. Desde los 35 años en adelante, notarás como comeinzas
a cansarte con más facilidad. Eso sin contar con que te llevará más tiempo y te costará más
recuperar tu forma anterior al embarazo.
Los niveles de estrés también aumentan, pues la reciente maternidad se unirá al periodo
laboral. Como consecuencia, al conciliación familiar y laboral será más compleja y exigente.
A pesar de los estudios realizados en miles de mujeres en edad fértil, los especialistas en el tema, aseguran que esto es solo una recomendación. Por lo tanto, una mujer debe poder decidir libremente a que edad quiere dar el gran paso y convertirse en madre.
Independientemente de la edad que tenga, siempre lo más importante será que cumpla con sus responsabilidades y obligaciones. Además, lo mejor, tanto para ella como para el niño, es que cuente con una estabilidad financiera como para poder solventar todos los gastos que implica la crianza.
Si tienes menos de 30 años y ya te sientes preparada para ser madre, no esperes más, pues estamos seguros de que será una experiencia increíble. No tengas miedo de pensar que tu “reloj biológico” se quede sin pilas, pues aún estás a tiempo.
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