Del meconio a las heces del lactante.
Cuando nuestro bebé nace, lo primero que hace en las siguientes horas es eliminar la materia que se ha acumulado en su intestino durante la gestación. Se trata de una sustancia viscosa, espesa, de color verde oscuro casi negro, a la que se le llama meconio.
En los primeros días de vida, tu bebé irá eliminando todo el meconio de su intestino, y las deposiciones serán de color oscuro. Después de ese tiempo, comienzan a ser de un verde más claro, lo que se denomina ‘de transición’, para posteriormente alcanzar la coloración amarillo clarito, típicas de los recién nacidos.
Si te preocupa la frecuencia con que tu bebé hace sus deposiciones, te contamos que es normal que durante su primer mes algunos hagan sólo una vez al día en forma abundante, así como otros hacen entre 6 y 8 veces al día. Si se alimenta exclusivamente con tu leche puede variar la coloración, la consistencia, y el olor en función de lo que tú hayas comido.
Para saber si tu pequeño está hidratado correctamente, su caquita debe ser de consistencia blanda y semilíquida. En caso contrario, serán escasas y duras, debiendo consultar al pediatra para una valoración clínica y de peso, y si es que la forma de lactancia es la adecuada.
Pero así como todos los adultos no somos iguales, los bebés tampoco lo son. Hay algunos que no harán ni siquiera una vez al día por padecer de un ‘falso estreñimiento de la lactancia materna’. En ese caso, observa el comportamiento, y si la deposición es de consistencia blanda, y tu bebé no presenta vómitos, o no manifiesta dolor abdominal, comiendo de la misma forma que lo hace habitualmente, lo más probable es que no tenga significado patológico.
Si por algún motivo de salud, o externo a ti, has tenido que alimentar a tu bebé con lactancia artificial, el color, consistencia y olor de las deposiciones será distinto. Tendrá un color más pardo, con un olor más intenso, más parecido al de los niños mayores, y una consistencia más pastosa.
En algunas ocasiones pueden aparecer hilos de sangre en las deposiciones. La razón puede ser la existencia de grietas en tus pechos, pero también una alergia o una patología intestinal. En estos casos se debe consultar al pediatra.
Es importante que vigiles las deposiciones de tu bebé, ya que son indicativos de un correcto funcionamiento del aparato digestivo, así como una adecuada ingesta. Ante cualquier duda recuerda que siempre debes consultar a tu pediatra.
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