En la actualidad, se ha creado conciencia en las sociedades de todo el mundo en diversos temas que tienen que ver con la inclusión y el respeto por todas las personas. Hasta hace algunos años, aquellas que padecían alguna discapacidad o condición diferente, como el autismo, por ejemplo, no eran tratados como merecían, sino que eran aislados y rechazados.
De esta manera, muchos niños crecieron en trastornos de este tipo, pero no eran diagnosticados ni tratados. Primero, porque existía una gran desinformación respecto al autismo por parte de los padres. Además, porque algunos progenitores no aceptaban que sus retoños tuvieran estos problemas y preferían esconderlos para que no fueran rechazados.
Por suerte, los gobiernos y las escuelas de muchos países alrededor del mundo han adoptado valores más progresistas e inclusivos en distintas áreas. Sin embargo, aún falta un largo camino por recorrer, ya que no todos son capaces de poder comprenderlo o de respetarlo.
En este contexto, la familia de Robertinho, un niño con autismo, pensaba que, en Brasil, su país natal ya se habían terminado estos prejuicios respecto a esta condición. No obstante, se llevaron una desagradable sorpresa en la escuela de su hijo cuando fue relegado de su fiesta de graduación.

Según la información compartida por “Razones Para Creer”, sus padres acusaron a la escuela de haber tenido un acto de discriminación con su hijo, solo por su condición autista. Robertinho se dio cuenta de que no había sido invitado a la fiesta de graduación de su propia clase cuando vio las publicaciones de sus compañeros en las redes sociales.
Ana Luiza, madre del niño explicó que su hijo tenía algunos problemas con el colegio al que asistía y que no se podía adaptar del todo bien. Robertinho era un poco desordenado y se aislaba de los demás niños. Sin embargo, esta no era una excusa para que fuera rechazado, según la mujer.
Tanta fue la impotencia y el enfado que sintió Ana Luiza que decidió recurrir a las redes sociales para contar lo sucedido y denunciar el acto de discriminación de la escuela.
“Sentí un dolor inexplicable, el dolor que sentí, la sensación de impotencia, como un grano en la arena del mar. Ni siquiera puedo explicar cuánto me duele ver a mi hijo sufrir. Me dolió mucho.”
Rápidamente, la publicación generó tanto revuelo que varias escuelas de Brasilia, su ciudad natal, invitaron a Robertinho a que asistiera a la fiesta de graduación, como si fuera un alumno más. Además, la familia del niño recibió muchísimo apoyo por parte de los usuarios en internet y se sintió muy agradecida por ello.
“Hemos recibido mucho apoyo, hay madres que me dicen que están pasando por lo mismo que estamos pasando nosotros. Nos hemos sentido abrazados por la comunidad autista de una manera que nunca imaginé que podía pasar.”
Finalmente, Ana Luiza dijo que espera poder dar vuelta la página y dejar este lamentable suceso en el pasado. Pero antes, quiso dejarles un mensaje a los padres de niños que sufren algún tipo de discriminación o excusión y a las escuelas que permiten que esto suceda.
“Espero que todo lo que pasó sirva de combustible para que las madres tengan voz, madres de niño que sufren cualquier tipo de prejuicio, cualquier tipo de exclusión, que estas madres tengan el coraje de hablar, que entiendan que serán acogidas.”
Para Ana Luiza lo único que necesitamos como sociedad es tener un poco de empatía, aceptación y respeto con todas las personas, sin importar su condición.
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