Te dejamos algunos cuidados básicos para evitar peligros en la fase de gateo.
Cuando nuestro bebé empieza a gatear, descubre nuevos mundos, terrenos inexplorados hasta ahora, y cosas que llaman su atención en nuestros muebles, a las que ahora pueden llegar.
Es entonces cuando comienza la transformación de nuestro hogar, porque no se trata de algo pasajero. Recuerda que cuando esto pase, comenzará a caminar:
- Empecemos por aquello ya mencionado: nuestros muebles. Cuando éstos son bajos, y además tienen cajones, nada les resulta más divertido que acercarse a ellos y abrirlos. La escena de lo que hay al interior del cajón cayendo sobre el bebé, es más común de lo que imaginas. Evita eso y, o los cambias por muebles sin cajones, o buscas de qué manera sellarlos, o lo más práctico aún: sácalos y, al menos mientras tu hijo sea pequeño, úsalo sin cajones.
- Otro punto en el que te debes fijar es en las paredes: A diferencia de lo que ocurre con los muebles y cajones, está claro, no las podemos sacar. Pero, lo que sí podemos y debemos hacer, es tener un especial cuidado con los enchufes. “No, pero mi niño no sabe lo que es” ¡Error! Esos hoyitos son muy interesantes para ellos, y sus pequeños deditos caben perfectos. Por esto, lo mejor es comprar algún sistema de protección de enchufes, como tapas.
- Las puertas son también un descubrimiento fascinante para nuestro pequeño: “Ya, pero éstas no puedo sacarlas, ni taparlas”. Sí, pero existen unos topes que evitan que la puerta se cierre, apretando la manito de tu bebé. Igualmente precaución, porque de todas formas se pueden pegar.
- La cocina y el baño son dos mundos maravillosos de descubrimiento para nuestro bebé: Sin embargo, en estos lugares apela el sentido común de que no los dejes gatear por ahí, aunque se enojen. Hay basureros, productos de limpieza, la tina, en algunas casas está la lavadora, y un sinfín de tentaciones peligrosas para ellos.
La verdad es que jamás debiésemos dejar solos a nuestros pequeños. Estos consejos son sólo porque suelen ser muy rápidos, y basta que nos demos vuelta un segundo y ya desaparecen. En el resto del tiempo, siempre deben estar bajo la supervisión de un adulto.
Por último, tenemos que tener en cuenta que a partir de ahora nuestro bebé va a estar en continuo contacto con el suelo. No es necesario exagerar, pero sí mantener todo limpio para que no se vaya a llevar a la boca cosas como pelusas, migas o tierra.
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