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Los niños no aprenden cuando les gritan

gritan

Es normal que, como padres, cada tanto nos frustramos, especialmente cuando nuestros hijos no nos hacen caso. Pero gritarles en realidad no ayuda en nada, ya que no aprenden absolutamente nada debido a que su cerebro, se los impide.

 

¿Por qué su cerebro le impide aprender cuando le gritan? Lo vemos a continuación.

 

Razones por las que el cerebro del niño no aprende cuando le gritas

  1. Son muchos los estudios que afirman que todos, no únicamente los niños, aprenden mucho mejor cuando se sienten seguros. Atención que esto puede ser aplicable incluso a los trabajos. Un lugar seguro, amigable y óptimo, en donde el respeto está siempre presente, ayuda considerablemente a mejorar y mucho el rendimiento en el trabajo y, además, en el caso de los niños, aprenden con mucha más facilidad.
  2. Los gritos automáticamente activan el miedo en los niños. El miedo en cuestión bloquea una zona en la amígdala que, en pocas palabras, evita que el pequeño adquiera nueva información y sin explicarlo de forma tan específica, es algo evidente que cuando un niño tiene miedo no presta atención a otra cosa que no sea alejarse de eso que le genera tanto miedo.
  3. Cuando le gritas a tus hijos, el cerebro de los pequeños intenta protegerse de los gritos, para esto en la zona del sistema límbico en donde se encuentra la amígdala se crea una especie de “escudo” por decir de alguna forma, que intenta protegerse, en este caso, de los gritos.
  4. La amígdala es muy importante en todos nosotros, se encarga de todas las emociones, de activar esa sensación de querer huir en caso de peligro y otras emociones variadas. Los gritos le afectan de forma directa y, por ende, reacciona en consecuencia.
  5. Como si lo anterior no fuera poco, la amígdala también es la que guarda todos los recuerdos que se relacionan con las emociones, evidentemente los gritos no son de las mejores, se asocian con algo negativo por lo que evidentemente, el recuerdo no será para nada grato.

 

Esto nos deja algo bastante en claro, puedes gritar todo lo que quieras, pero si usas el grito como herramienta o arma para educar a tus hijos, los resultados no van a ser precisamente los mejores.

 

Para educar a los niños es fundamental generar un vínculo con ellos, generar empatía. Además de tener una base de límites y reglas que todos deberían seguir. Recuerda que los niños aprenden mucho de los ejemplos, en especial de sus padres.

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