LactanciaMaternidad

Madre confesó sentirse humillada por las excusas del personal de un museo cuando quiso amamantar a su bebé de 3 meses

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En la actualidad, son varias las mujeres que luchan para que se normalice la lactancia materna en público. Sin embargo, no todos están de acuerdo con ello y les parece un acto desagradable o que solo debe hacerse en ámbitos privados, sobre todo, aquellos que provienen de los sectores de la sociedad más conservadores y religiosos.

El acto de darle el pecho es algo común y natural entre las madres y puede estar permitido en algunos lugares públicos. Sin embargo, para el museo que visitó Fae Church con su familia no piensa lo mismo que exige la comunidad.

La mujer, oriunda de Inglaterra, se fue de paseo con su esposo y sus dos hijos Reuben, de 3 meses y Sophie de 5 años por el Museo de la Universidad de Cambridge. No obstante, nunca imaginó que su tarde de domingo, que comenzó como un panorama de entretención, terminara siendo un día desagradable para ella.

Según explicó Fae, mientras estaban de paseo por el museo, su pequeño Reuben comenzó a quejarse en su coche. Pronto esos quejidos se transformaron en llantos y la mujer supo que era hora de alimentar a su bebé. Enseguida, le pidió a su esposo que siguiera viendo las atracciones con Sophie mientras ella buscaba un lugar tranquilo para amantar al niño.

Fae recorrió todo el lugar hasta que encontró unas butacas que estaban apartadas del resto de la gente. Fue allí en donde se sentó y desabrochó su sostén maternal para amantar al bebé de 3 meses. Mientras estaba dándole el pecho a su hijo, una guardia de seguridad se acercó a la madre para pedirle que por favor dejara de alimentar al niño.

Al escuchar el pedido, Fae se molestó con la guardia, pero su enojo fue mayor cuando escuchó la excusa del personal del museo, sobre todo porque la trabajadora era una mujer. La madre no podía alimentar a su bebé de 3 meses porque estaba prohibido tomar líquidos y comer dentro del establecimiento.

“Cuando la escuché, simplemente mi boca se abrió y mi mandíbula se cayó de la impresión. No sabía que decirle. Me sentí sumamente humillada. (…) Si ella hubiera venido y dicho: ‘hay un área agradable aquí o puedo ayudarte a ir allí’ eso hubiera sido perfectamente normal y algo amable de hacer… Amamantar es difícil y agotador y realmente tienes que perseverar. Todos deberíamos apoyarnos unos a otros.”

Aunque la madre de Reuben no pudo reaccionar en el momento porque le pareció una excusa absurda, decidió exponer su caso en las redes sociales. Rápidamente, recibió el apoyo de cientos de usuarios, quienes coincidieron en que se trataba de una regla sin sentido para un bebé de 3 meses y para una madre que estaba dándole el pecho.

Tras el incidente, el portavoz del museo se disculpó con Fae en nombre de todos los trabajadores y aseguró que la empleadora cometió un error desafortunado. También enfatizó que le dan la bienvenida a la lactancia materna y a la alimentación con biberón. Finalmente, el museo prometió ser más específico con las reglas al brindar la introducción a los nuevo voluntarios.

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