Cada hogar se rige por sus propias reglas, pues la dinámica de cada familia es única para cada padre o madre. Si bien es cierto que todas ellas deben ser respetadas, luego de que las exponen en las redes sociales, pueden convertirse fácilmente en el blanco de las críticas o abrir un gran debate al respecto.
Una de ellas es el caso de Emily Feret, una madre de 30 años que confesó que se niega a que sus hijos compartan sus juguetes con los demás. A pesar de que esta es una de las principales reglas y valores que nos enseñan desde la guardería y los jardines de infantes, para ella no debe ser una obligación.
De hecho, cuando sus hijos invitan a alguno de sus amigos a su hogar, ella se encarga de guardar los juguetes preferidos de sus hijos. De esta manera, no tiene que lidiar luego con los berrinches y las peleas de los niños por verse obligados a compartir algo que no quieren.
De esta manera, Emily ha ayudado a sus hijos de 2 y 4 años a separar los juguetes en “personales” y “comunitarios”. Con ello, tanto Hanna como su hermanito Levi evitan compartir sus juguetes preferidos o “personales” y los posibles pleitos entre los menores.

“Como adulta, si quisiera compartir algo, nadie me obligaría a hacerlo. Así que les doy a mis hijos el mismo respeto. Les pregunto si hay juguetes que no quieren compartir y los guardo si vienen invitados. Tengo juguetes que son individualmente suyos y juguetes que llamo ‘juguetes comunitarios’ que son de todos. Trato a mis hijos como personas.”
Además, en el caso de que surja algún inconveniente, como peleas entre niños por querer usar el mismo “juguete comunitario”, Emily establece algunas “soluciones naturales.”
“Si mis hijos están corriendo y les digo que se detengan porque pueden caerse y no escuchan y luego se caen, es una consecuencia natural. Si están peleando por un juguete de la comunidad, les ofreceré una solución, como un temporizador para que cada uno tenga un poco de tiempo con el juguete. Si alguien está peleando les quitaré el juguete. Trato de hacer que la consecuencia tenga sentido para la situación.”
En este sentido, Emily asegura que intenta hablar las cosas con calma y sin levantar la voz para que sus hijos puedan comprender mejor las cosas.
“Si levanto la voz, me disculparé y explicaré por qué grité. Quiero que mis hijos tengan voz y se expresen, siempre y cuando no se perjudiquen a sí mismos ni a nadie más”, finalizó.
Y tú, ¿estás de acuerdo con sus ideales? ¿Crees que está bien no compartir algunos juguetes con los demás?
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