Maternidad

Madre tacaña Cocina en casa para no pagar de más en restaurantes

“¿Quieres que pague 7 dólares por pollo y papas fritas que mi hijo va a tirar al suelo? Están locos”, comentó Karlie, aunque muchos la acusaron de ser demasiado tacaña y afirmaron que este ‘truco’ era un reflejo de su falta de amor por su hijo.

En un mundo donde el gasto excesivo es común y las preocupaciones por la salud y el bienestar de los niños están en aumento, ocurrió una historia curiosa en la que Karlie Smith, madre de un niño de 2 años, reveló su ingenioso “truco” para no gastar demasiado al salir a restaurantes: llevar comida casera para su hijo.

Pero, ¿cómo llegó a esta solución? Karlie se encontraba ante el dilema común de muchos padres: equilibrar el deseo de disfrutar de una comida en un restaurante y asegurarse de que su hijo reciba una alimentación saludable.

Sin embargo, para ella, la solución era clara. Después de varias experiencias en las que la costosa comida comprada para su hijo terminaba en el suelo, desperdiciada, y considerando que las opciones disponibles no siempre eran las más saludables, decidió tomar el asunto en sus propias manos.

Así que comenzó a preparar comidas caseras para su pequeño y las llevaba consigo cuando salía a comer en restaurantes. Según ella, esto le permitía asegurarse de que su hijo recibiera una comida nutritiva mientras evitaba gastar dinero en alimentos que probablemente nadie disfrutaría.

Aunque Karlie no tenía problemas en disfrutar de los platos más deliciosos pero menos saludables que los restaurantes ofrecen, priorizaba la alimentación de su hijo por encima de todo. “Llámenme tacaña, llámenme como quieran, pero si vamos a un restaurante, le prepararé una comida a mi hijo”, indicó en TikTok.

“Lo hago por muchas razones. Los viernes por la noche, mi familia y yo salimos a cenar. Mi hijo no cenará fuera. ¿Debería pagar 6.99 dólares por filetes de pollo y papas fritas que mi hijo va a tirar la mitad al suelo? Están locos. Además, lo que empaco probablemente sea más saludable que lo que ofrece el restaurante de todas formas”.

Ese día en particular, la madre le preparó a su pequeño un sándwich con mantequilla de maní y mermelada, algunas rodajas de plátano, cubos de queso cheddar y una barra de chocolate. Todo cuidadosamente guardado en un recipiente de plástico.

Pero cuando el “truco” se hizo viral, no tardaron en surgir opiniones divididas en las redes sociales. Muchos la acusaron de ser demasiado tacaña y afirmaron que su elección de llevar comida casera era un reflejo de su falta de amor por su hijo.

Estas críticas se basaban en la suposición de que Karlie debería estar dispuesta a gastar una gran cantidad de dinero en la comida de su hijo, sin importar las circunstancias. Aunque otros la apoyaron y elogiaron por su enfoque práctico y saludable hacia la alimentación de su hijo.

Destacaron que es importante enseñar a los niños desde una edad temprana sobre la importancia de una dieta equilibrada y que Karlie estaba haciendo exactamente eso. Además, destacaron la habilidad de la mujer para disfrutar de la comida en los restaurantes sin renunciar a sus propios gustos.

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