Son tantos los niños que se encuentran en orfanatos y hogares de acogida pasando años con la esperanza de que finalmente sean adoptados. Por otro lado, los trámites de adopción no son nada sencillo y es un proceso que puede durar varios años, independientemente del país del que se trate.
No obstante, la adopción sigue siendo uno de los métodos más elegidos por aquellas personas que desean convertirse en padres y no pueden hacerlo. Loralie Henry es una pequeña de 9 años que nació en Los Ángeles, California y desde los 4 años ha pasado por varias casas de acogida esperando a ser adoptada.
La pequeña Loraile volvió con su madre biológica cuando tenía 6 años, aunque solo paso con ella muy poco tiempo. Luego, la niña fue devuelta a un hogar de acogida, donde siguió esperando tener por fin una familia estable.
En total, la niña pasó 1445 días en diferentes hogares, esperando una familia que le brinde amor y estabilidad. Por suerte, su destino se cruzó con el de una maestra, quien rápidamente se convirtió en su mejor amiga y poco después en su salvadora.
Mientras Loralie asistía a la escuela conoció a Zoe, la maestra que terminaría ofreciéndole una familia y un hogar estable.
“Entró en mi clase y solo le eché un vistazo: sus pequeñas pecas, su pequeña marca de nacimiento. Voy a adoptar a esta niña. Ella es mi hija desde el momento en que la miré por primera vez.”
De inmediato Zoe supo que quería adoptar a la niña y que podía brindarle el hogar que tanto necesitaba. Sin embargo, tenía miedo de que le negaran la oportunidad de ser su madre debido a que ella estaba soltera.
Por suerte, esta maestra no se dio por vencida y a pesar de que tenía algunos puntos en contra debido a su estado civil, decidió hablar con los trabajadores sociales sobre su caso. Fue así como luego de un largo proceso, pudo por fin adoptar a la pequeña Loralie.
“Recuerdo el momento en que estábamos sentadas junto al auto, ella me dijo: vas a venir conmigo. Estaba tan sorprendida y feliz. Fue como un regalo temprano.”, dijo la pequeña Loralie en una entrevista con un medio local.
A pesar de que fue un largo proceso, hoy Zoe y Loralie pueden vivir juntas una vida tranquila y plena como familia. La experiencia de la niña la ha marcado para siempre, pues aseguró que quiere convertirse en madre adoptiva cuando crezca.
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