La sociedad actual avanza en post de la empatía, la inclusión, el respeto por las diversidades y el reconocimiento de los derechos de todas las personas. A pesar de que los grupos más jóvenes y progresistas profesan todos estos valores en cada una de sus marchas y campañas, lo cierto es que no suelen ser nada tolerantes con aquellas personas que piensan distinto.
Esto mismo es lo que ha tenido que vivir Josh Alexander, un joven de 16 años católico que fue suspendido de su escuela por defender sus ideologías. Según explicaron las autoridades de la institución educativa, su presencia era “perjudicial para el bienestar físico y mental de los estudiantes transgéneros”.
De hecho, el joven fue acusado de acosar a los estudiantes trans simplemente por no compartir la misma forma de pensar y ser fiel a sus creencias religiosas. Según sus propias palabras, él no abordaba directamente a sus compañeros transgénero ni comenzaba los conflictos.
El único inconveniente que había tenido fue cuando expresó que, según sus creencias, solo existían dos géneros y nada más.
“La ofensa obviamente está definida por el ofendido. Expresé mis creencias religiosas en clase y las cosas se salieron de control. No a todos les van a gustar, pero eso no me hace un matón, no significa que esté acosando a nadie.”

Claramente, la empatía, la inclusión, el respeto por las diversidades y la libertad de expresión no estuvo presente en ningún momento. Pues, según sus compañeros, esto solo es válido, cuando siguen y respetan la ideología que ellos profesan, siendo completamente intolerantes cuando alguien propone un enfoque diferente.
Todo esto, habría incitado a Josh a comenzar una protesta en contra de los adolescentes transgénero para que usaran el baño de varones o mujeres según su sexo biológico. En este sentido, aseguró que no trataría de “ella” a una compañera trans, sino que lo trataría de “él” y lo mismo si sucediera al revés.
Debido al gran revuelo que se generó en su escuela, Josh fue suspendido por los directivos. Sin embargo, decidió ignorar la suspensión y asistir de todas maneras a clase, por lo que terminó siendo arrestado.
“Me acaban de arrestar en mi secundaria católica por ir a clases luego de que me excluyeran por indicar que quiero adherirme a mis creencias religiosas.”
Finalmente, Josh aseguró que seguirá exponiendo sus ideologías le guste a quien le guste. Esto, sin lugar a dudas le traerá conflictos en su escuela, ya que la institución quiere proteger a todos sus estudiantes y no le permitirán al joven que siga atacando a sus compañeros trans.
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