Para algunas personas, formar una familia propia es el sueño de sus vidas. No obstante, aunque pueda parecer algo sencillo, lo cierto es que hay veces en las que deben enfrentarse a varios desafíos, algunos de los cuales no pueden controlar, como las enfermedades o los problemas de fertilidad que padecen. En algunos casos, recurren a diferentes tratamientos para lograr quedar embarazadas, otras veces, la adopción es la mejor opción.
Para Mariah Smith, una joven de 26 años oriunda de Haverhill, Massachusetts (Estados Unidos), ser madre era uno de sus más anhelados sueños junto a su esposo Chris Smith.
Lamentablemente, el joven falleció a los 27 años luego de una larga y dolorosa batalla contra el cáncer de senos paranasales.
Chris, fue diagnosticado con cáncer a los 24 años, durante el 2018 y pasó los últimos tres años de su vida luchando para superarlo. A pesar de que ya no pueden estar juntos físicamente, ella quiso mantener vivo su recuerdo y su legado de una manera muy especial: ser madre junto a él. ¿Cómo? Antes de comenzar con el tratamiento de quimioterapia, se encargó de congelar su esperma.
Gracias a la decisión que habían tomando antes de comenzar con las sesiones de quimioterapia, Mariah pudo cumplir el deseo que ambos tenían. Ahora, que ya han pasado 2 años del fallecimiento de Chris, está esperando a una niña.
“Antes de que falleciera, le prometí que perseguiría nuestro sueño de tener hijos. Esta primavera, un poco más de dos años después de la muerte de Chris, nacerá nuestra hija. Chris se negó a comenzar el tratamiento hasta que hubiera almacenado esperma, ya que pensaba en el caso de que la quimioterapia lo dejara infértil.”
Ambos querían estar seguros de que iban a poder formar la familia que tanto deseaban. Aunque ambos estaban convencidos de que podría superar la enfermedad, Chris no descartó la posibilidad de quedar infértil por lo que insistía en congelar su esperma.
Además, en caso de que él no lograra superar su cáncer, le dejó en claro a Mariah el deseo que usara su esperma para tener hijos. Esto fue lo que la ayudó a superar el dolor de la partida de su esposo.
“Quedar viuda a los 24 años fue tan horrible como parece. Pero tenía algo a lo que aferrarme: la promesa de tener el hijo de Chris. (…) Me he estado preparado para conocer a mi hija durante todo mi embarazo. Será un momento de inmensa alegría y tristeza. Saber que Chris no estará allí para abrazarla y encontrarla conmigo traerá un nuevo tipo de dolor.”
Durante el tiempo que estuvieron juntos, hablaron mucho sobre cómo les gustaría ser padres. Ahora que han pasado 2 años desde su partida, Mariah se siente preparada para hacer lo que él hubiera deseado.
“Chris y yo tuvimos muchas conversaciones sobre cómo seríamos padres y me siento preparada para hacer lo que él hubiera querido. He pasado por mucho y todavía tengo un gran desafío por delante: hacer todo lo posible para asegurarme de que mis hijos conozcan a Chris, sin poder conocerlo nunca.”
Cabe mencionar que, para poder quedar embarazada, no fue nada sencillo y tuvo que someterse a diferentes tratamientos. Primero, fue una ronda de inseminación intrauterina, tres fecundaciones in vitro y un aborto espontáneo. Finalmente, está lista para comenzar con un nuevo capítulo en su vida y darle la bienvenida a su hija, manteniendo vivo el legado de su difunto esposo.
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