Siempre podemos ir detrás de nuestros sueños, sin importar cuán difícil puedan llegar a ser y Sarah Talby es un ejemplo de ello. Esta increíble mujer es toda una luchadora y a pesar de tener todo en su contra, se convirtió en una madre ejemplar.
Sarah Talby nació sin sus dos brazos, por lo que desde pequeña tuvo que aprender a hacer todo sin estas extremidades, como vestirse, peinarse, comer, bañarse, etc. Desde temprana edad aprendió a hacer todo con sus pies y para ella nunca nada le falto.
Su primer reto lo tuvo que superar cuando solo era una niña pequeña. En la escuela, mientras sus compañeros aprendieran a escribir con sus manos, ella tenía que tomar otro camino.
Afortunadamente, no se quedó atrás y al fin consiguió aprender a escribir con sus pies. En la escuela siempre fue una joven muy aplicada y a pesar de sus dificultades siempre logró sobresalir por encima de sus compañeros.
Conforme pasaban los años y Sarah entraba en la adolescencia tuvo que aprender a maquillarse y pintarse las uñas con sus amigas. En esa época fue cuando descubrió su pasión por la pintura y comenzó a realizar cuadros fantásticos.
Mientras cursaba su bachillerato, descubrió que los idiomas extranjeros le llamaban mucho la atención. Fue por ello que decidió ingresar en el Instituto Superior de Traducción e Interpretación de Bruselas y allí estudió inglés y español.
También aplicó para la beca de Erasmus y se mudo con alguna de sus amigas a un departamento. Durante el tiempo que pasó con ellas aprendió algunas cosas de la vida cotidiana, como cualquier otra persona cuando se va de la casa de sus padres.
En septiembre de 2018 fio a luz a su perima hija llamada Lilia, quien ya tiene 4 años. Afortunadamente, la pequeña nació sana y sin ninguna enfermedad genética como la de su madre. En una entrevista con un medio local dijo: “Es un gran logro convertirme en madre. Es mi mayor logro”.
El padre de la pequeña Lilia nunca estuvo presente, por lo que la maternidad fue bastante complicada, sobre todo los primeros años. A pesar de todo, Sarah siempre supo cómo salir victoriosa y superar cualquier obstáculo.
En la actualidad, Sarah tiene 38 años y vive en Bélgica con su hija. Ambas llevan una vida tranquila y se divierten mucho pasando el tiempo juntas. Para la niña, no hay nada de malo o raro con su madre, es igual que cualquier otra persona.
En sus redes sociales, Sarah comparte su día a día con su pequeña. Ella ha decidido trabajar desde su casa para poder pasar más tiempo de calidad con la pequeña Lilia. Esta mujer es un ejemplo a seguir y nos demuestra a todos que siempre podemos lograr nuestros sueños.
Comment here