El corazón y la bondad de los niños es increíble y muchas veces nos terminan sorprendiendo por su capacidad de comprensión y empatía con el mundo que los rodea. Son personas nobles, quienes no dudan en ayudar a los demás o ser solidario con quienes más lo necesitan.
Un claro ejemplo de ello es Tristan, un niño que se apiadó de Shey un perrito de 14 años que fue abandonado en la Liga de Rescate de Animales de Iowa. El can, había sido abandonado por su familia luego de que se mudaran y no quisieran llevarlo con ellos.
Al ser revisado por el personal de la Liga de Rescate, se percataron de que se encontraba en muy mal estado de salud. Debido a su avanzada edad, se encontraba sordo, algo ciego y prácticamente no tenía dientes.
Fue por esa misma razón y por su aspecto de “viejito” que nadie se interesaba por él cuando iban a buscar a un peludito al refugio. Así pasaron varios meses, pero todo cambió cuando Tristan y su madre entraron al lugar en busca de su próximo mejor amigo.
“Tristan y su madre vinieron esta noche en busca de un perro pequeño con el que pudiera sentarse y abrazar. Mientras pasaban por cada perrera, ninguno de los perros parecía adecuado para ellos. Pero luego llegaron a Shey. Las sonrisas en sus rostros lo decían todo.”
Ambos vieron a Shey y sintieron que era el indicado para ellos de inmediato. Para Tristan era simplemente perfecto, así que lo llevaron a la otra sala y el perrito se acomodó en las piernas del niño, como si llevase años haciéndolo.
La madre de Tristan le explicó al personal del refugio que tienen una cierta afinidad con los perros mayores y que los hacía sentir bien ayudar a aquellos peluditos que son dejados de lado. De esta manera, al toparse con Shey se dieron cuenta de que él era el indicado para ellos.
El animal, comenzó una nueva aventura y su vida comenzó a mejorar notablemente en compañía de la familia de Tristan. Sobre todo, porque el niño estaba siempre a su lado y pasaban juntos la mayor parte del día.
Años más tarde, debido a la avanzada edad de su mascota, Shey falleció, algo que dejó a Tristan muy triste. No obstante, al menos tuvo el consuelo de haberle dado una mejor calidad de vida a su perrito en sus últimos años. Durante el tiempo que estuvieron juntos ambos fueron muy felices y pasaron momentos únicos que siempre recordará con cariño.
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