Tiziano es un pequeño que vive en la ciudad Buenos Aires, Argentina, junto a su madre Florencia. Un día de lluvia como cualquier otro, vieron a un hombre tratando de resguardarse del agua mientras iban a la escuela. Se trataba de Tano, un abuelito que vivía en la calle desde hace varios años.
El pequeño “Tizi”, como lo llaman sus amigos, se sintió muy triste al ver aquel hombre y supo de inmediato que tenía que hacer algo. Fue así como le pidió a su madre que le comprara un sándwich en la tienda que suelen frecuentar para comprar bizcochos.
Más tarde, cuando fueron a entregarle la comida, se dieron cuenta que de Tano necesitaba algo más que solo comer: no tenía un hogar. Este hombre, tenía el cabello largo, estaba sucio y mojado, por lo que estaba sufriendo un frío terrible por la lluvia, así que les pidió algo caliente para tomar.
El nombre real de tano es Jesús y se había quedado sin hogar, luego de que su propia hija lo sacara de su casa. Desde entonces, comenzó a albergarse en distintos hogares de asistencia de la ciudad, aunque un día decidió dejar de hacerlo. Tal decisión no fue por voluntad propia, sino que estaba cansado de que otros residentes le robaran las pocas cosas que tenía mientras dormía.
Luego de un año viviendo en la calle, conoció a Tiziano y a su madre Florencia. Durante varias semanas, en su camino hacia la escuela, el niño buscaba a Tano para regalarle algo de comida. Con el correr de los días, la amistad entre el pequeño y el abuelito fue creciendo cada vez más.
Un día Tano les pidió ayuda con algo de ropa y calzado, dado que el que tenía le estaba causando heridas en el cuerpo. Al escuchar esto, el niño y su madre le prometieron que al día siguiente regresarían con lo que les había pedido.
Al día siguiente, Tiziano y Florencia fueron a llevarle la ropa que le habían prometido a Tano, pero extrañamente, el hombre no se encontraba en el lugar de siempre. En ese momento, el pequeño se puso triste y su madre le sugirió esperar hasta el otro día.
Extrañamente, el abuelito no había regresado, por lo que emprendieron la búsqueda de Tano. “Vamos a orarle a Jesús, vamos a encontrar al abuelo”, le dijo Tiziano a su madre.
Pasaron dos semanas hasta que Tano regreso a la esquina de siempre. El corazón de Tiziano se llenó de alegría al verlo nuevamente y le pidió que no volviera a alejarse nunca más. En ese momento, el pequeño le pidió a su madre que adoptaran a Tano.
Siendo cómplice de la relación que entabló su hijo con aquel abuelito de la calle, no dudo en la petición del niño. Tano aceptó de inmediato unirse a la familia y al llegar a casa, recibió un baño, ropa limpia y un fuerte abrazo de Tizi.
“Un lunes hace tres semanas atrás conocí a este hermoso Pibe. (…) Estoy como un nene de mamá, no fe falta nada y eso lo agradezco de corazón”, dijo Tano en una entrevista con Todo Noticia.
Ahora, Tiziano junto a sus padres, cuidan de que Tano tenga todo lo que necesitan. Lo bautizaron como “el abuelo” y continúa viviendo con ellos. No cabe ninguna duda de que el hermoso gesto de esta familia es un ejemplo del amor que debemos darle a todos los demás.
Florencia dice que su hijo es un ángel y que a pesar de su enfermedad tiene mucho amor para dar a todos. Para el niño, es una forma de agradecer por estar vivo y tener a toda su familia a su lado.
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