Es bien sabido que no todos tenemos la misma velocidad de aprendizaje o la capacidad para incorporar los nuevos conocimientos. Es por ello que las escuelas deberían estar preparadas para poder brindar un proceso de enseñanza que se adapte más a las necesidades de cada niño, para que no sea tan desigual en esos casos.
De la misma manera que hay niños que demoran mucho más tiempo en aprender lo que enseñan los libros, hay otros que sorprenden por la velocidad con la que lo hacen. Es que a sus cortas edades logran demostrar que sus capacidades y destrezas están mucho más avanzadas en comparación con los demás compañeros de su misma edad.
Aquellos niños y adolescentes que logran absorber una mayor cantidad de información o son más precoces en ciertos conocimientos son conocidos como “superdotados”. Ellos logran aprender mucho más rápido que los demás alumnos dado que tienen una habilidad intelectual más avanzada.
Al menos, así lo ha demostrado Kautilya Katariya, un niño de 8 años que ha logrado aprobar con la nota máxima el GCSE, una serie de exámenes finales de la secundaria según la información compartid por el Daily Mail. Ahora, está a punto de iniciar una carrera universitaria para convertirse en el programador más joven del mundo.
Desde que era pequeño, su padre Ishwari Katariya, quien trabaja como informático, se dio cuenta de que su hijo tenía habilidades mucho más avanzadas que otros niños de su edad. A pesar de que junto a su esposa podían ayudarlo con algunas cosas, llegó un punto en el que ya no podían hacer nada porque Kautilya Katariya estaba demasiado avanzado.
Fue por ello que Ishwari Katariya y su esposa pidieron ayuda en la Wotton Park School de Northampton, Reino Unido, para que los docentes lo pudieran guiar. Allí comenzó a estudiar con los adolescentes de grados más adelantados para prepararse para el examen de GCSE en tercer grado, luego de que el gobierno lo autorizara.
A sus 6 años, Kautilya ya manejaba el lenguaje básico de la programación en computadoras. De hecho, había realizado cursos en línea en el MIT y en la Universidad de Stanford mientras duraba la pandemia por COVID-19.
“Su madre y yo estamos muy orgullosos de él y del increíble trabajo que está haciendo. Fue genial verlo sentirse tan realizado.”
Ishiwari contó que, desde que su hijo tiene 5 años comenzó a leer libros por su cuenta sobre programación de computadoras y software. Allí fue cuando descubrió su pasión por la tecnología y convertirse en el “programador más joven del mundo”.
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