Debo empezar diciéndote que no me ha pasado, por suerte hasta ahora mi niña no ha sufrido dolores de crecimiento. Pero si puedo decirle de un familiar, una prima política ha tenido que darle a su hijo calmantes por el dolor que tiene de crecimiento. Sin embargo, en un principio pensó que se trataba de un capricho.
Y al igual que ella me imagino que son muchos los padres que piensan que ese dolor del cual se quejan sus niños es mentira, es una forma de llamar la atención.
Para que no cometas el mismo error lo que quiero hacer es hablarte sobre el tema, quiero darte información y así sepas cuándo actuar, para que tu hijo no sufra tanto el dolor y puedas ayudar a pasar ese proceso.
Está comprobado por varios estudios
La Sociedad Brasileña de Pediatría ha hecho varias encuestas y estudios, así es como descubrieron que el 15% de los niños sufren dolores que son “inexplicables” en las piernas, esto se debe a que están creciendo. En varias ocasiones los padres decían que crecer duele y puede que no sabían que era literal, pero al final lo es.
Los “dolores de crecimiento” hacen que los niños estén muy irritables y por ende también nos llegue a estresar a nosotras. Estos pueden comenzar alrededor de los tres años y tienen tiempo de presentarse hasta los 10 años. Estos pueden ser esporádicos, pero lamentablemente algunos los tienen constantemente.
Estos dolores normalmente se presentan por las noches y más que nada en muslos y pantorrillas. Si te preguntas porque ocurre esto, por el momento se desconocen las causas, pero se cree que puede tratarse de un equilibrio en el ritmo de crecimiento de huesos, músculos y tendones, lo que provocan dolor.
Pero no hay que preocuparse
La parte buena es que no hay de qué preocuparse, esto se puede tratar y después de un tiempo pasa. Ahora si llegaran a aparecer manchas, hinchazón o incluso limitación de actividades ya es hora de ir al médico porque puede tratarse de algo muy grave.
Si el dolor es muy fuerte el doctor te receta un calmante que no sea muy fuerte, pero puedes darle masajes y colocar compresas calientes para poder calmarlo.
Otra cosa que debes hacer es mantener la actividad física y por supuesto evitar el sedentarismo porque puede ayudar con el dolor. Mamá, lo que te recomiendo es que si tu niño te dice que le duele las piernas, que tiene dolores que no puede explicar, préstale atención porque puede ser cierto, porque pueden ser dolores de crecimiento.
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