Paternidad

Padre logra adaptar un miniván para que su hijo en silla de ruedas pueda viajar cómodo y seguro. Le llevó 10 años lograrlo

El mundo no siempre está adaptado a las necesidades de las personas que padecen algún tipo de discapacidad. Aunque, cada vez es más común ver a algunas organizaciones e instituciones hacer su mayor esfuerzo para que se sientan incluidas. Ejemplo de ello podría ser los juegos en los parques con sillas especiales, las rampas en las entradas de colegios o empresas, etc.

En el caso de los padres cuyos hijos tienen necesidades especiales, saben perfectamente que la crianza no es nada sencilla. Además, que sus pequeños dependerán de ellos toda la vida, o gran parte de ella para poder realizar sus actividades cotidianas.

Ellos hacen todo lo posible por poder brindarle una buena calidad de vida y cubrir todas sus necesidades, aunque hay veces que es bastante costoso. De todas maneras, siempre se las ingenian para salir adelante. Al menos así lo ha demostrado Robin Middleton, un padre de 43 años que ha comprado una minivan clásica para modificarla por su hijo Charlie.

El hombre, es padre de un joven que padece de parálisis cerebral y epilepsia, debido a que cuando nació estuvo sin oxígeno por varios minutos. Es por ello que depende de su familia para muchas cosas de su vida cotidiana, como el aseo o alimentarse, por ejemplo.

Además, ha usado una silla de ruedas durante toda su vida, por lo que necesita sí o sí un vehículo para transportarse. Fue por ello que Robin adaptó una minivan para que su hijo pudiera viajar en ella.

El vehículo le costó 961 dólares, mientras que todas las modificaciones necesarias para cubrir las necesidades de su hijo para que pudiera viajar cómodo y seguro en su silla de ruedas, le llevaron varios años. Pero todo su esfuerzo dio sus frutos y pudo adaptar el miniván inspirándose en el Papamóvil.

“Lo vi y pensé que sería absolutamente perfecto. Siempre he tenido Minis y me ha gustado mucho el lado ‘mini’ de las cosas y pensé que sería algo agradable de hacer. (…) Había mucho trabajo por hacer, pero realmente quería que Charlie pudiera hacer lo que todos los demás pueden hacer”, dijo el hombre en una entrevista con el medio de comunicación Metro.

Aunque el plan de Robin fue bastante improvisado, hizo un muy buen trabajo para que se convirtiera en una agradable experiencia para Charlie. Con la ayuda de un amigo, logró conseguir unos paneles y trabajó cada tarde y fin de semana hasta que quedó listo luego de 10 años.

“Es una sensación agradable terminarlo y ahora estoy ansioso de poder llevarlo a uno de sus primeros shows, será encantador.”

Ahora que su padre ha logrado terminar su minivan, puede llevar a su hijo a todos lados a dar paseos. La primera vez que se fueron de paseo por el pequeño pueblo en el que viven, el padre aseguró que su hijo lo ha disfrutado mucho, pues tuvo una sonrisa en su rostro durante todo el recorrido. Todos los esfuerzos de Robin han valido la pena para hacer feliz a su pequeño.

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