Generalmente, lo que muchos padres esperan para sus hijos, es poder brindarles una crianza de calidad y ayudarlos a que puedan desarrollarse hasta convertirse en adultos independientes. De esta manera, podrán salir al mundo, valerse por sí mismos y formar su propia familia.
Sin embargo, no todos los casos son iguales, y hay quienes, por ejemplo, prefieren seguir viviendo con sus padres. Algunas veces, lo hacen porque quieren ayudar a sus progenitores.
Otras en cambio, sucede porque la situación económica no es la mejor de todas para el joven adulto, por lo que no puede emprender su propia vida.
También están aquellos casos en donde los hijos simplemente prefieren seguir siendo atendidos por sus padres, como sucede con Lucy Johnstone. La mujer de 34 años, vive en Otley, West York (Inglaterra), está casada y tiene una hija pequeña, pero aún sigue recibiendo una gran ayuda económica por parte de su madre, Alexandra Conroy Harris, de 56 años.
Desde que Lucy le dio la bienvenida a su bebé, su madre, le ha dado 1.200 libras esterlina (1.400 dólares) mensualmente para “que cuide bien a su hija”. Todo esto debido a que cuando la pequeña nació en el mes de abril del 2022, la situación económica de ambos no era muy buena y decidieron recurrir a Alexandra en busca de ayuda.

“El precio de nuestra vida diaria ha subido tanto y encontrar el dinero para cubrir todo ha sido imposible. Mi mamá sabía que estábamos realmente preocupados porque habíamos hablado sobre el aumento de las facturas”, comentó Lucy en una entrevista con The Sun.
Sin pensarlo, Alexandra decidió darle una mesada a su hija para que pudiera cuidar bien a su nieta. De esta manera, Lucy no tendría que regresar a trabajar tan rápido y podría aprovechar el tiempo para quedarse en casa cuidando a la bebé recién nacida.
“Sé que algunas personas pensarán que estamos muy malcriados y sé que somos increíblemente afortunados, pero lo que mamá nos da no es un lujo. No lo estamos usando para irnos de vacaciones o comprar ropa cara o hacernos tratamientos de belleza. Lo estamos haciendo para pagar la comida y las facturas y para mantener nuestra casa.”
La abuela de la niña quería ayudar a Lucy para que pudiera pasar más tiempo con su hija. A pesar de que se siente agradecida con su madre, recibir una mensualidad a sus 34 años es algo que la hace sentir avergonzada, ya que no es capaz de valerse por ella misma junto a su esposo.
“Me sentí muy agradecida, pero también muy avergonzada de tener treinta y tantos años y seguir recibiendo limosnas, se ofreció a darnos dinero todos los meses sin presión para devolver nada. Es tan frustrante que Matthew y yo no podamos valernos por nosotros mismos cuando ambos trabajamos duro.”
Para Alexandra, es un gran sacrificio tener que darle una mensualidad a su hija de 1.200 libras esterlinas. Sin embargo, lo hace orgullosa por poder ayudarla a ella y a su nieta.
Comment here