El momento de alimentar a un bebé, es uno de los más importantes para los padres y para los cuidadores de los niños. Ellos deben asegurarse de que los alimentos sean los indicados para su edad y evitar que la temperatura sea la adecuada, para evitar cualquier riesgo de quemadura.
Una práctica bastante común es soplar la comida del bebé para enfriarla. Sin embargo, esto no es lo más recomendable que ya que estamos exponiendo al pequeñito a muchos riesgos. La dentista Olga Rodríguez del área de salud de Avilés, explicó en una conferencia cuáles son las claves para el cuidado adecuado de la boca para los niños.
“Incluso hoy la infección crónica más prevalente en los niños sigue siendo las caries en dientes temporales”, dijo en referencia a costumbres como soplar los alimentos para enfriar las comidas de los bebés.
Otra de las prácticas más comunes que son riesgosas para los bebes es besar su boca, probar su comida con la misma cuchara o chupar su chupón para “limpiarlo”. Contrario a lo que creemos, solo estamos ensuciándolo más con las bacterias de nuestra boca. Si se cae o se ensucia, lo mejor es lavarlo con abundante agua.
Además, para prevenir que la boca de un bebé desarrolle caries, se debe tener en cuenta otras circunstancias. Ellas son: dientes, azúcares, baterías y tiempo suficiente para que el azúcar entre en contacto con los dientes. Una acción simple para evitar muchos problemas en el futuro es la implementación de un cepillo para dientes.

Si, por ejemplo, hay sangrado de las encías durante el embarazo, es aconsejable insistir más en el cepillado de las futuras mamás. De esta manera, podemos evitar que no queden restos de alimentos debajo de las encías.
Otro de los errores comunes que suelen cometer las madres es cepillarse los dientes inmediatamente después de tener náuseas y vómitos. Lo más recomendable es enjuagarse la boca solo con agua, ya que estos ácidos dañan el esmalte. Finalmente, y con respecto al cepillo de dientes, lo mejor no es mojarlo, sino cambiarlo cada tres meses.
También debe tener mucho cuidado con la transmisión de bacterias en la saliva de los bebés. Si una madre tiene un deterioro activo en sus dientes, su carga bacteriana será aún mayor. De esta manera, hay muchas más probabilidades de que contagie de caries a su bebé.
Desde el momento en que brota el primer diente de su bebé, es sumamente importante observarlos. Si se forman arcos blancos en la parte superior de los incisivos superiores, son aletas de una carie inminente, que, con el paso del tiempo, será irreversible. En estos casos, es necesario acudir al dentista lo antes posible.
La higiene oral diaria en un bebé, es obligatoria desde el momento en que nace su primer dientecito. Al igual que en los adultos, debe ser incorporado como una rutina y llevarse a cabo tres veces al día. La pasta de dientes debe tener una proporción de un rasguño, es decir una dosis muy pequeña. La forma correcta de cepillar los dientes de su bebé es colocarlo entre sus brazos, sostener su frente y cepillar horizontalmente.
Lo mejor es que luego de los dos años no use chupón, biberón ni que se chupe el dedo, ya que, de lo contrario, comenzará a formar una mordida abierta. Además, daña el esmalte que recubre sus dientes, por lo que tiene más riesgos de tener caries.
Con respecto a la hora de la comida, intenta preparar sus platillos con anticipación para que la comida pueda enfriarse naturalmente. Utiliza un plato o recipiente grande y de poca profundidad para que se temple más rápido. Si deseas probarla para asegurarte su sabor y temperatura utiliza una chuchara o tenedor diferente a la que utilizará el niño.
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