¿Mi bebé se chupa el dedo? En principio es algo totalmente normal y no tiene nada de malo, pero evidentemente no es algo recomendado para que haga durante mucho tiempo, especialmente si ya superó los cuatro años.
¿Puede dañar al bebé?
Todo depende de unas cuantas cosas, primero que nada, la intensidad, frecuencia y duración en horas cada vez que lo hace. Además, debes tener en cuenta la edad y es que, si lo hace más allá de los cuatro años, evidentemente puede generar deformaciones en el crecimiento facial y dentario, por lo que es algo a lo que debes prestarle mucha atención antes de que sea tarde.
Daños que puede llegar a generar
Puede causar desplazamiento de los dientes, protrusión de los incisivos superiores hacia afuera y a su vez la retracción de los inferiores hacia adentro.
El niño muerde únicamente con sus molares ya que no hay contacto entre los incisivos superiores e inferiores cada vez que muerde.
Cuando se succiona la lengua se encuentra retraída debajo del dedo, pero no en donde debería estar que es debajo del paladar. El crecimiento de la lengua es igual al del maxilar superior, por lo tanto, al no encontrarse en el lugar en que debería estar, el estímulo baja considerablemente y por ende el maxilar no crece como debería.
¿Qué se puede hacer?
Si tu pequeño tiene menos de un año no tienes que preocuparte ya que es totalmente normal, el problema viene después de ese año.
Luego del año en caso de que siga haciéndolo, tienes que intentar encontrar el motivo por el que lo hace. Quizás sea porque se encuentra aburrido, tiene hambre o sueño, sea lo que sea debes intentar encontrar esa razón por la cual lo hace e intentar darle alternativas.
En caso de que lo siga haciendo hasta los cuatro años, es importante que intentes hablar con él para explicarle que eso no debe hacerse, pone una banda adhesiva sobre sus pulgares para recordarle que no debe hacerlo.
Como es algo tan importante que deje de hacerlo, sería ideal en caso de que lo logra, darle ciertas recompensas para motivar justamente, que abandone este hábito.
En caso de que el niño dejará de chuparse el dedo antes de los cinco años, no debería haber ninguna clase de problema en su desarrollo. En caso contrario, posiblemente en el futuro necesitará ortodoncia.
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