Es bien sabido que el cuerpo de una mujer cambia drásticamente luego de dar a luz a un niño. Por suerte, en la actualidad, se está tratando de normalizar estos cambios demostrando que no todas logran tener el cuerpo perfecto luego de ser madre.
La fotógrafa brasilera Jade Beall es una de ellas y a través de su cuenta de Facebook ha demostrado cómo se ve el cuerpo de una mujer luego de dar a luz a sus dos hijas. A través de una serie de imágenes junto a ellas, ha reflejado cómo luce completamente al natural. Sin embargo, lo que no esperaba era que rápidamente se volviera viral.
A partir de su publicación, miles de mujeres comenzaron a compartir sus historias personales y cómo había cambiado su cuerpo luego de ser madres. Otras también les enviaron mensajes de apoyo y felicitaciones por normalizar los cuerpos reales, sin retoques.
La mayoría de las historias que descubrió Jade con los relatos de otras mujeres es que la mayoría de ellas se horrorizaban al mirarse al espejo. Como era de esperarse, tenían sus pechos enormes y sus vientres inflados. Además, las enfermeras siempre les decían que la rosa mosqueta les ayudaría a suavizar la apariencia de las estrías.
“El cuerpo de una mujer es un arma. Por esa misma razón podría ser considerada como el principio y el fin de todos los cuerpos. Tiene manchas y marcas, por eso huele a flores, a mar y a cenizas. La enfermera dice que al rosa mosqueta suaviza el dolor, pero las mujeres entre el amor y el horror prefieren ser salvajes. Salvajes como sinónimo de lo natural. Natural como sinónimo de belleza.”
Otra de las cosas que ayudaba a lidiar con las secuelas de un parto era la crema de aloe para curar las cicatrices. Sin embargo, ellas pensaban que no les importaba tener una cicatriz si el resultado era tener en sus brazos a un pequeño y hermoso bebé. A partir de entonces, muchas mujeres dejaron creer sus heridas y sus cicatrices.
Cabe mencionar que no fue sencillo, sino que para la mayoría de las mujeres con las que se contactó “fue una guerra difícil en la que estuvieron involucradas las hormonas, los cambios y los dolores.” Pero ellas nunca se rindieron, sino que fueron como soldados en un ejército.
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