En la actualidad, los avances tecnológicos en el campo de la medicina han avanzando tanto, que terminan haciéndonos la vida mucho más sencilla. En el caso de las mujeres embarazadas, pueden saber con mucho tiempo de anticipación si están esperando a un niño o una niña, si padecerá alguna enfermedad y hasta cuando nacerá.
En lo que respecta al momento de dar a luz, también se han hecho grandes avances, logrando salvar muchas vidas y poner a salvo, tanto a la madre como al bebé que lleva en su vientre. La anestesia epidural, por ejemplo, es una excelente manera de evitar tanto dolor durante el parto, aunque no son pocos los profesionales de salud que hablan sobre los riesgos que implican.
Cuando hablamos de un parto, la primera sensación que se viene a nuestras mentes es el dolor. Y no es para menos, pues una mujer puede llegar a sentir algo similar a lo que sentiría una persona al romperse 20 huesos a la vez. Es por ello que la mayoría de las futuras madres tienen un gran temor a este momento y optan por la anestesia epidural.
Por suerte, durante la última etapa del embarazo, se produce un cambio hormonal que aumenta el umbral del dolor. De esta manera, es mucho más llevadero, aunque el dolor es igualmente insoportable para muchas mujeres.
Debemos tener en cuenta que si los médicos profesionales han ofrecido la anestesia epidural para dar a luz es porque se ha demostrado que es segura. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya ningún riesgo o que no tenga efectos secundarios posterior al parto. Entre ellos, podemos mencionar los siguientes:
- Hipotensión arterial: ocasional en 1 de cada 50 mujeres. Al igual que cualquier otra anestesia, su administración puede provocar la bajada de tensión arterial, especialmente al principio. Es decir, que el ritmo cardíaco baja, por lo que hay que monitorear bien al niño a la madre durante el proceso.
- Cefalea: poco común. Los dolores de cabeza intensos son uno de los efectos secundarios que puede tener la anestesia epidural. Sin embargo, el riesgo a que esto suceda es muy poco común.
- Temblores, sensación de frío y aumento de temperatura. También son frecuentes la aparición de temblores, picazón y aumento de la temperatura durante periodos largos. En estos casos, una vez finalizado el parto medicado, solo basta con cubrir con una manta a la madre.
- Entumecimiento o debilidad temporal en los miembros inferiores. Si la anestesia epidural no ha sido colocada correctamente, puede producir un daño en las raíces nerviosas. Como consecuencia, la madre puede sentir un entumecimiento o debilidad temporal en alguna de sus dos piernas o en ambas.
- Que no sea suficiente: sucede generalmente en 1 de cada 20 mujeres En algunos casos, la anestesia no termina de hacer efecto, haciendo que la analgesia no sea suficiente para realizar la cesárea. En este caso, se necesitará de un simplemente con anestesia espinal o general.
Como terapias alternativas al parto, muchas profesionales recomiendan que las mujeres den a luz bajo el agua. También, son recomendadas la aromaterapia, la audioterapia, la acupuntura y la hipnosis, siendo estas dos últimas las más efectivas. No obstante, la analgesia no se compara con la anestesia epidural.
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