Independientemente del lugar en el que viva o cuál sea su posición económica, muchas personas coinciden en que la paternidad o la maternidad es uno de los trabajos más difíciles y desafiantes que existen. Esto lo sabe muy bien Andrea Shacher, una mujer que es madre soltera y que no cuenta con ninguna clase de apoyo económico.
Al igual que muchas otras personas de su edad, la joven madre debe realizar largos y exhaustivos turnos para poder llevar el sustento a su hogar y poder cubrir todos los gastos mensuales. Pero no lo hace solo por ella, sino también por su hijo, quien es el que la impulsa a salir adelante todos los días, sin importar cuán cansada pueda llegar a estar.
Desde hace varios años, Andrea trabaja como camarera en un restaurante estadounidense famoso: Denny’s. El mismo, es conocido por sus desayunos al estilo “tenedor libre” que sirve.
Allí fue en donde la joven madre conoció a Terrie Kulh y a su esposo, clientes frecuentes de la cafetería ubicada en la ciudad de Phoenix.
La señora Kulh comenzó a conocer a Andrea con el paso de los días y rápidamente sintió una gran empatía por la camarera. Cuando supo que solo ganaba 1.600 dólares al mes y que con ello tenía que pagar el alquiler de su hogar, pagar todos los gastos y mantener a su hijo, quiso hacer algo al respecto.
Luego de casi un año compartiendo todas las mañanas de la semana, Terrie y su esposo decidieron premiarla por el gran esfuerzo que hacía como camarera.
“Hemos estado viniendo aquí durante años, incluso con la situación del aire acondicionado. Un día en particular que me llamó la atención hacía mucho calor aquí. Ella era la única mesera y se mantenía con una sonrisa en su rostro. Absoluta amabilidad, gentileza y dulzura, compartió gran parte de su vida ese día y me conmovió mucho.”

Una mañana como cualquier otra, la pareja se acercó y le regaló 2 mil dólares de propina, la cual ella recibió incrédula. Luego les agradeció y les dio un gran abrazo a Terrie y a su esposo.
Mientras tanto, la joven madre pensaba que en lo primero que invertiría ese dinero era en un automóvil, sin saber que el señor Kulh era gerente de una importante automotora.
Fue por ello que el hombre invitó a la camarera a ir a la tienda para que ella viera los vehículos que tenía en venta. Lo que Andrea no esperaba era que su suerte aún fuera más grande.
Cuando llegó al lugar, el esposo de Terrie junto a Carlos Aguirre, dueño de la concesionaria, decidieron regalarle un coche.
Tras varios años ofreciendo un buen servicio como camarera y por su bondad, hoy puede disfrutar de su nuevo automóvil. Ahora, puede ir a trabajar hasta Denny’s y recoger a su pequeño a la escuela todos los días.
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