Ser mujer, esposa, madre y trabajadora no es una tarea fácil, pues siempre hay asuntos pendientes para resolver. A diario, debemos encontrar un tiempo para jugar con nuestros hijos, pasar tiempo con la pareja y hacer algo que nos guste. Sin embargo, esto último, rara vez sucede, pues casi no tenemos tiempo para dedicarnos a nosotras mismas.
Con todo esto, es casi imposible vivir de una manera relajada. En cambio, vivimos un día a día con un estrés constante, que solo lo sentimos con saltos en los ojos, temblor en los labios o piquetes en la espalda. Pero esto es tan común en nosotros que dejamos de darle la importancia que requiere hasta que es demasiado tarde.
Esto mismo fue lo que le sucedió a Danielle Fergurson, una mujer que compartió en su cuenta de Instagram que, en agosto del 2019, se le paralizó el lado derecho de su cara. Al darse cuenta de que no podía mover la mitad de su rostro, se asustó bastante y se dirigió hasta un hospital para ver que era lo que estaba sucediendo.
“Mi lengua se sentía entumecida y mi mandíbula me dolía mucho. Casi como si alguien me hubiera golpeado o estuviese apretando los dientes toda la noche. Además, mi sonrisa estaba un poco apagada, pero nada súper notable.”
Tras varios estudios, los médicos le indicaron que fue el estrés el que causó una inflamación del nervio facial, lo que resultó en una parálisis. Aunque lo más probable era que la parálisis disminuyera con el tiempo, los especialistas no podían determinar cuánto sería.
Por su parte, ella decidió optar por un camino más natural, con plantas antinflamatorias para reducir la inflamación del nervio facial. En una entrevista, reveló que nunca se había sentido realmente estresada, sino que era algo cotidiano en ella.
“Pasaron muchas cosas, pero pensé que era normal. Mirando hacia atrás, de lo que no me di cuenta fue que lo que estaba haciendo o intentando hacer estaba basado en mi opinión, tenía que trabajar duro para ser aceptada. Luego de tratar con acupuntura, oxigenoterapia y muchos otros, me di cuenta de que necesitaba terapia para restaurar la movilidad de su cara de manera natural.”
A partir de ello, su perspectiva sobre la vida comenzó a cambiar. Así, comenzó a tomarse más tiempo para ella misma y realizaba sesiones de meditación antes de ir a trabajar.
“Desde mi experiencia de parálisis, he aprendido a escuchar la voz amorosa de mi cabeza que a menudo susurra y nunca grita. Así que madres, les aconsejo por favor, paremos unos minutos para poder respirar, para darnos un tiempo de relajación. Jamás se terminará los quehaceres de la casa, la ropa sucia. Siempre habrá algo que limpiar y el trabajo seguirá ahí.”
La publicación de Danielle se hizo viral en la plataforma y se volvió una fuente de inspiración para otras madres que habían pasado por lo mismo. Gracias a que aprendió a escucharse a ella misma, pudo salir adelante y aliviar el estrés de su vida cotidiana.
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