¿Cómo imaginas pasar tus últimos años? No todos quieren hacerse esta pregunta, pues algunos sienten que es reconocer que la vida se nos está pasando. Mientras tanto, hay otros que no quieren dejar nada al azar, como es el caso de este grupo de siete amigas.
Las mujeres oriundas de China, decidieron que querían pasar sus últimos años de la mejor manera, en compañía de las personas que más quieren. Para ello, compraron la casa de sus sueños y se mudaron todas juntas para disfrutar de lo que ellas denominaron “sus mejores años”.
Las mujeres se conocieron como colegas de trabajo y con el paso del tiempo se hicieron amigas inseparables. Durante décadas buscaron el sitio ideal para vivir tras su retiro laboral mientras ahorraban algo de dinero.
Esta fantástica idea comenzó con una broma, cunado una de las amigas lanzó la pregunta: “¿Y si nos vamos a vivir juntas? ¿Y si nos jubilamos compartiendo una casa en lugar de irnos a una casa de retiro?”. Al parecer al resto de las mujeres nos les pareció una mala idea, así comenzaron con sus planes.
Para que las siete amigas pudieran disfrutar de la compañía de las demás, necesitaban un lugar lo suficientemente grande para que todas pudieran vivir lo más cómodo posible. Fue así como decidieron comprar una casa de 700 metros cuadrados.
La propiedad estaba en un estado ruinoso al principio y necesitaba terminar de construirse, dado que no contaba con ventanas ni puertas. Para la compra de la vivienda cada una aportó más de 80 mil dólares y este dinero fue más que suficiente para construir el hogar de sus sueños.
El resultado fue mucho mejor que si lo hubiesen hecho por separado y han logrado mejorar el espacio, adaptando el lugar a sus comodidades y gustos. Ahora viven muy cómodas a la vez que disfrutan del tiempo en compañía de las personas que quieren.
La gran vivienda que han construido la compraron en un pequeño pueblo rural, con un paisaje bellísimo con grandes espacios verdes. Con mucho esfuerzo, lograron retirarse antes de los 60 años y ahora viven las siete mujeres juntas en su pequeña mansión.
La casa cuenta con espacios comunes en la planta baja, una cocina comedor inmensa y habitaciones individuales para cada una. También cuentan con una piscina para disfrutar de los días calurosos y un “pabellón del té” donde pasan el tiempo juntas.
Para una mejor convivencia, las mujeres tienen asignadas diferentes tareas, que van desde plantar vegetales hasta cocinar y limpiar. A pesar de ser 7 amigas, un grupo bastante grande para tomar decisiones, nunca tuvieron enfrentamientos durante el proyecto. Ni siquiera por la decoración o la planificación de su pequeña mansión.
Desde que cumplieron su sueño de vivir juntas, todas hicieron una nueva promesa: aprender una habilidad para que la convivencia en la vejez sea lo más llevadera posible. De esta manera, deberán elegir si quieren aprender a coser, cuidar un huerto, cocinar, tocar algún instrumento o lo que sea.
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