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Su madre lo dio por muerto y lo veló en su hogar, pero él sorprendió a todos al realizar una videollamada

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En la ciudad de La Entrada, situada en Honduras, se desarrolló una situación altamente desconcertante. Una madre se encontraba sumida en un profundo dolor, ya que días atrás había recibido la devastadora noticia de la presunta muerte de su hijo de 15 años.

“Pensé que estaba muerto”. Madre encuentra a su hijo desaparecido en Francia 12 años después

La identificación del cuerpo del adolescente se basó en una cicatriz en su brazo, dado que reconocerlo por su rostro resultaba una tarea imposible. Este último se encontraba desfigurado a causa de las mortales heridas infligidas por los disparos que sufrió la víctima.

La familia había organizado una emotiva ceremonia fúnebre para darle el último adiós a su querido ser querido antes del funeral, pero una videollamada cambió por completo el rumbo de los acontecimientos.

“Estoy con vida”.

La madre en cuestión responde al nombre de Vilma Fuentes. El viernes 13 de octubre, en La Entrada, se descubrió un cuerpo ensangrentado que mostraba claras heridas de bala.

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En aquel momento, la mujer no tenía ninguna información sobre su hijo, Osman Adonay Urbina Ayala, quien tres semanas atrás había abandonado su hogar en un intento por llegar a Estados Unidos. Debido a esto, de inmediato consideró la posibilidad de que el fallecido pudiera ser su primogénito. Esta convicción se fortaleció al observar una cicatriz de quemadura en el brazo del muerto, similar a la que tenía el joven de quince años.

Sumida en el dolor de la pérdida brutal de su hijo, Vilma Fuentes organizó el velatorio para que los familiares y amigos de la víctima pudieran expresar sus condolencias. No obstante, de un momento a otro, el corazón de Fuentes experimentó un renacer.

Una videollamada llegó a su teléfono celular. Al contestarla, se encontró con la imagen de Urbina al otro lado de la pantalla. Aunque inicialmente pensó que se trataba de una cruel broma, el joven que supuestamente había fallecido le dijo: “Estoy aquí, en la frontera. Estoy vivo, no he muerto”.

Según lo informado por Radio HRN, Fuentes compartió que “nos dimos cuenta de que no era mi hijo, porque él tiene frenillos y el del ataúd no. Justo en ese momento, Osman me hizo una videollamada. Fue una gran sorpresa, se parecían en la cara y en otros aspectos, pero no en las pecas y otros detalles”.

¿A quién era el muerto estaban velando?

En realidad, el cuerpo que reposaba en el interior del ataúd pertenecía a Jimmy Sarmiento, otro joven de quince años que guardaba un asombroso parecido con Osman Adonay, una similitud que también desconcertó a las autoridades policiales de Honduras.

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