Tomar la decisión de ser madre no es algo sencillo, ni algo que todas desean. En el pasado, quizás por la presión de la sociedad, era normal que el destino de una mujer sea traer niños al mundo. Sin embargo, hay tantos casos de embarazos no deseados que demuestran que tener un hijo debe ser una decisión personal.
En la actualidad, el tema de la maternidad se ha vuelto bastante polémico y debatido, sobre todo luego de que muchas mujeres hablaran mostrando el otro lado de la moneda. Sin romantizar y explicando las ventajas y las desventajas de ser madre, se ha hablado con más sinceridad sobre el tema.
Por otro lado, a quienes cuentan con todos los medios económicos y psicológicos para hacerlo, factores sumamente importantes a la hora de decidir tener un niño o no. También, hay que tener en cuenta que cada mujer es mundo diferente y sus experiencias de vida son distintas, por lo cual es injusto juzgar a alguien sin saber toda la historia.
A pesar de que la maternidad es una decisión muy personal, a menudo, juzgamos a las madres por cualquier cosa que hagan. Es que es mucho más fácil ver aquellos descuidos que hayan tenido que las cosas que han hecho bien.
En fin, ser madre es complicado, algo que elegimos para toda la vida, costoso y que implica muchos cambios en tu día a día. Como mujer, es normal que extrañes cómo eras antes, con quién salías y a dónde lo hacías. Es que, de manera simbólica, pierdes una parte de ti misma cuando decides tener un niño.
Aquellos momentos de espontaneidad, en el que tomabas decisiones a último minuto, o disponer de todo el tiempo como si fuera solo tuyo, ya no será posible. Ahora, existe una pequeña personita que depende exclusivamente de ti, por lo que e normal que comiences a extrañar esa época en donde solo tenías que velar por ti misma.
Antes de decidir ser madre, podías dormir 4 u 8 horas si así lo querías, te podías tomar un largo baño, con calma y sin la presión o la culpa de estar descuidando a tu bebé. sin embargo, es necesario que abordemos este tipo de temas y ser honestas al respecto.
No todas las mujeres se animan a hablar sobre el lao negativo de ser madre y solo se enfocan en romantizar la maternidad. Lo cierto, es que hay duelo, alegría, amor, tristeza y felicidad por montones.
Por más que quieras volver a ser la persona que eras antes de ser mamá, ya no es posible. No obstante, al reconocerlo, podrás comenzar a ver que no todo es tan malo y que ya no te sentirás así toda la vida. Tener un hijo es una bendición si realmente lo quieres. Poder verlo crecer y dar sus primeros pasos en la vida es una experiencia única.
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