En la madrugada, una mujer de alrededor de 30 años y tres de sus cuatro hijos menores perdieron la vida trágicamente en un incendio que se desató en un edificio residencial en el corazón de Vigo, según informaron los servicios de urgencia de Galicia.
El fatídico suceso ocurrió en la dirección 6 de la calle Alfonso X el Sabio, ubicada en el barrio de As Travesas. Para combatir las llamas, se movilizaron numerosos equipos de bomberos, además de agentes de la Policía Nacional y la Policía Local.
Según relataron los vecinos, el incendio se originó en la zona del vestíbulo y avanzó hacia el interior, creando una densa nube de humo. Las víctimas menores son dos jovencitas de 14 y 11 años, así como un niño de 12. La única hermana superviviente, de 9 años, y el padre fueron trasladados al hospital Povisa.
De los heridos, seis se encuentran en estado crítico en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales Povisa y Álvaro Cunqueiro.
La investigación del incendio
Las circunstancias que llevaron al incendio aún no se han esclarecido por completo, pero las autoridades policiales están investigando si se trató de un acto premeditado.
El edificio en cuestión alberga numerosas viviendas ocupadas y ha sido objeto de numerosas denuncias relacionadas con conflictos vecinales, así como actividades ilegales de tráfico de drogas a pequeña escala.
Las llamas se desencadenaron alrededor de las cuatro de la madrugada en el primer piso del edificio, que consta de cinco plantas, cada una con múltiples apartamentos.
“El fuego brotó desde el vestíbulo y avanzó al primer nivel”, relató Víctor Riobó, un vecino del edificio de enfrente que observó el trágico incidente durante la madrugada.
Tras su llegada, los bomberos lograron controlar el fuego rápidamente y evacuaron el edificio, que en ese momento estaba ocupado por unas treinta personas.
Poco después, se confirmó el hallazgo de cuatro cuerpos sin vida en una de las unidades del cuarto piso. María Sáa, residente en el bloque de enfrente, explicó que los bomberos tardaron aproximadamente media hora en llegar. “Hubo personas en los pisos inferiores que se vieron obligadas a saltar por las ventanas traseras, que dan a un callejón.
En el cuarto piso, un hombre intentó colgarse por la ventana, pero los bomberos le rogaron que no lo hiciera, que resistiera”, precisó. Otros residentes relataron momentos de angustia, con personas solicitando agua para sofocar las llamas.
“Inicialmente, solo aparecieron agentes de policía, quienes intentaron ingresar al vestíbulo con los cuatro extintores disponibles, pero fue en vano. Posteriormente, llegaron los bomberos, pero también enfrentaron dificultades para utilizar la grúa”.
En un principio, los servicios de emergencia informaron sobre la trágica pérdida de cuatro menores, pero los residentes del edificio corrigieron más tarde esta información, indicando que las víctimas mortales eran la madre y tres de sus hijos menores.
Pilar Amaya Giménez, vecina del segundo piso izquierdo del edificio siniestrado, detalló que los fallecidos pertenecían a una misma familia que residía en un apartamento del cuarto piso del edificio.
Hasta el momento, las autoridades no han proporcionado detalles sobre las causas de los decesos, aunque sugieren que podrían deberse a la asfixia provocada por el humo, ya que los gases ascendieron por el edificio como resultado del efecto chimenea que se generó desde la planta baja.
“Mi hijo lo percibió y comenzó a gritar, lo que nos despertó a todos. Si los bomberos hubieran llegado antes, los niños podrían haberse salvado”, lamentó Giménez, quien permaneció en el lugar del suceso junto a sus familiares hasta casi las nueve de la mañana.
La responsable de Seguridad local, Patricia Rodríguez, expresó su pesar por las víctimas mortales y confirmó que se trataba de cuatro “jóvenes”, tres de ellos menores de edad. Además, señaló que diez personas fueron trasladadas a centros médicos debido a la inhalación de humo y otros daños personales.
Respecto a las demás personas afectadas por el incendio, se les brindó asistencia por parte de los servicios sociales y de emergencia, se gestionó su realojo y se les proporcionará atención durante el día.
Rodríguez destacó que los bomberos ya estaban trabajando en sofocar el fuego apenas cinco minutos después de recibir la alerta y lograron controlarlo de manera efectiva y con celeridad.
En el edificio se encontraban ocho perros, siete de los cuales sufrieron quemaduras y fueron trasladados a un veterinario.
El problema de la ocupación ilegal
Este inmueble es conocido en la ciudad por los conflictos que han surgido en su interior, supuestamente relacionados con el tráfico de drogas y la ocupación ilegal.
Los vecinos confirmaron esta situación en la mañana actual, aunque hubo opiniones divididas acerca de si todas las viviendas estaban ocupadas o solo la mitad. Durán Castro, residente en el barrio, describió “problemas de diversa índole.
Tráfico ilegal de drogas, enfrentamientos y disturbios tanto dentro como fuera del edificio”. Explicó que los conflictos comenzaron hace aproximadamente cuatro o cinco años y, en relación con la actuación de esta madrugada, criticó la demora en la llegada de los bomberos.
“Tardaron al menos media hora, o incluso tres cuartos de hora en llegar. La respuesta dejó mucho que desear. No obstante, una vez presentes, los bomberos extinguieron rápidamente las llamas”, afirmó.
María Sáa señaló que no todos los residentes eran problemáticos: “Había diversidad, desde familias hasta jóvenes. La situación se deterioró con el tiempo, era algo que se veía venir. Aquí hemos sido testigos de todo tipo de situaciones”.
La Policía está investigando el incendio como un posible acto intencionado. El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, miembro del Partido Socialista, se desplazó al lugar del siniestro para supervisar de cerca el desarrollo de los acontecimientos, acompañado del concejal Carlos López Font.
Al ser preguntada si el incendio podría haber sido provocado intencionadamente, Patricia Rodríguez solicitó que se permitiera a los investigadores llevar a cabo su trabajo. “Es cierto que en situaciones como esta, es natural sentirse ansioso por encontrar culpables.
Es humano que los familiares, amigos y las personas cercanas se sientan intranquilos y se planteen este tipo de cuestiones. No obstante, lo mejor es permitir que los profesionales hagan su labor”, subrayó.
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