Sin lugar a dudas las madres son capaces de darlo todo con tal de poder brindarles lo mejor a sus hijos. Ellas dan su máximo esfuerzo para poder brindarles una buena calidad de vida, además de estar siempre presentes para apoyarlos y ayudarlos a cumplir sus metas.
Este joven oriundo de Brasil, conoce de primera mano todo lo que su madre ha hecho por él y por sus hermanos. Se trata de Naasom Israel, quien se encuentra cursando su quinto año y está a punto de convertirse en geriatra.
Por desgracia, Naasom ha crecido en una humilde familia sumida en la pobreza. A pesar de que a su madre le costaba llegar a fin de mes, siempre supo como poder mantenerse. Todo cambió el día que ella se enfermó, y los problemas del hogar comenzaron a crecer.
La abuela del joven, falleció producto de un avanzado y agresivo Alzheimer. Tras ello, la madre de Naasom, comenzó a experimentar una extraña enfermedad que le daba fuertes dolores en su cuerpo, haciendo que fuera muy difícil poder moverse.
Cuando su madre enfermó, el joven solo tenía 18 años y quiso hacer hasta lo imposible para poder salvarla. Fue por ello que comenzó a juntar dinero para poder entrar a la universidad de medicina y poder él mismo currar a su progenitora.
Naasom sabía a la perfección que no contaba con muchas posibilidades de ir a la universidad, pues el dinero que tenía no era suficiente. Entonces, consiguió un empleo como camarero y en sus ratos libres vendía pasteles en la calle.
Tras el gran esfuerzo, el joven pudo pagar el costo de la matricula de acceso al instituto. Sin embargo, una vez dentro las cosas no fueron sencillas, ya que debía complementar su vida como estudiante con sus trabajos. Solo de esta manera podía seguir financiando la mensualidad.
“En este período pasé por muchas dificultades, trabajé como mesero en un restaurante, luego comencé a trabajar dando clases privadas a los estudiantes de secundaria, me ofrecí a limpiar la habitación de mis amigos que eran más capaces que yo en la universidad, trabajé vendiendo pasteles, los produje y los vendí.”
Luego de muchas horas sin dormir y tras un gran esfuerzo, hoy Naasom puede decir que está a punto de poder curar a su madre. El joven ya se encuentra en su quinto año de la universidad y se está preparando para recibir su título como geriatra. Aunque sigue siendo muy duro poder cumplir con todas sus obligaciones, no se da por vencido y su meta está cada vez más cerca.
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